El juicio del 'caso Bankpyme' se aplaza al pedir el banco un peritaje a 20 clientes

El juicio por fraude fiscal del caso Bankpyme sufrirá otro retraso. El banco ha pedido al juzgado de instrucción número 3 de Barcelona un nuevo peritaje de las declaraciones de impuestos de 20 de sus clientes, a la vista de que. existen discrepancias entre los dos estudios practicados por los técnicos designados por el juzgado y el banco. El problema radica en determinar la cuota tributaria a pagar por los clientes acusados de fraude fiscal. Ninguno de los tres consejeros del banco acusados de fraude fiscal ha pedido nuevos peritajes, ya que en todos los casos la cuota defraudada supera los 15...

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El juicio por fraude fiscal del caso Bankpyme sufrirá otro retraso. El banco ha pedido al juzgado de instrucción número 3 de Barcelona un nuevo peritaje de las declaraciones de impuestos de 20 de sus clientes, a la vista de que. existen discrepancias entre los dos estudios practicados por los técnicos designados por el juzgado y el banco. El problema radica en determinar la cuota tributaria a pagar por los clientes acusados de fraude fiscal. Ninguno de los tres consejeros del banco acusados de fraude fiscal ha pedido nuevos peritajes, ya que en todos los casos la cuota defraudada supera los 15 millones de pesetas.

La juez debe decidir ahora si a el peritaje o da por cerrada la instrucción del caso y abre juicio oral. En el primer supuesto, se daría un mes al fiscal para presentar la acusación y a las partes, para recurrir. Con todo, se da por seguro que la magistrada admitirá un nuevo peritaje, ya que de lo contrario el banco recurriría a la Audiencia.El caso Bankpyme estalló a principios de 1993 cuando la juez Montserrat Comas de, Argemir descubrió, a raíz de una denuncia, 50.000 millones de pesetas en dinero negro en dos fondos de inversión gestionados por el banco. El caso afectó a conocidos empresarios catalanes y a algunos miembros del consejo de administración de la entidad.

Hasta la fecha han regularizado su situación fiscal dos centenares de clientes, dicen fuentes próximas a la investigación. Estas regularizaciones han supuesto para Hacienda unos ingresos 8.600 millones de pesetas, señalan las fuentes consultadas por este diario.

Clientes beneficiados

El retraso en el inicio del juicio está beneficiando a los clientes del banco acusados de fraude. De las 50 personas inculpadas inicialmente sólo quedan 26 con delito fiscal por tener una cuota defraudada claramente superior a 15 millones de pesetas, cantidad que marca la ley como umbral a partir del cual delito existe fiscal. Fuentes próximas al banco señalan que el objetivo de pedir nuevos peritajes fiscales no es retrasar la instrucción del caso sino aclarar las discrepancias de los anteriores.Mientras el proceso judical se alarga, los clientes que han quedado exentos de delito se han beneficiado de la reciente reforma del Código Penal. Esta reforma, en su artículo 349, señala que desaparecerá el delito fiscal para quienes hayan regularizado su situación con Hacienda antes de ser citados por la inspección o antes de que un fiscal o juez abra actuaciones contra ellos. EI delito fiscal está castigado con penas de hasta un año de prisión y multa que puede ir desde una a seis veces la cantidad defraudada.

Además de los clientes, están inculpados por delito fiscal y falsedad en documento mercantil los consejeros Ramón Solanellas, Francesc Busquets, Jaume Casademont y el presidente del comité ejecutivo, Josep Jané Solà, este último como presunto colaborador necesario.

El banco -que negocia desde hace meses la entrada de un socio minoritario en su capital- ya logró en noviembre pasado un tercer peritaje para otros clientes y varias sociedades del grupo. Hasta la fecha la entidad ha mantenido contactos con Caixa de Catalunya, el grupo asegurador suizo La Baloise y más recientemente con un grupo financiero barcelonés. El banco declara que tiene acciones propias por 647 millones.

El banco, entidad pionera y bien posicionada en la intermediación de productos financieros, está recuperándose tras el impacto negativo que supusieron sus problemas por sus dos fondos opacos al fisco.

La cuenta de resultados ha dado un vuelco el año pasado. De unas pérdidas de 725 millones en 1994 se ha pasado a declarar un beneficio de 344 millones el año pasado. Las pérdidas de 1994 podrían haber sido superiores de no ser por la venta, un día antes de cerrar el ejercicio, de su sede central a La Caixa, lo que le permitió contabilizar como beneficios 1.500 millones de pesetas procedentes de la operación.

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