Comienza el juicio contra 17 médicos y ATS de Toledo por la muerte de una joven tras romperse una pierna

El comportamiento. imprevisible en el cuerpo humano de la bacteria aeroma hidrófila fue la causante de la -muerte de María Jesús Ruano y no la pasividad de los médicos y personal sanitario que atendieron a la paciente en el Hospital Virgen de la Salud (Toledo).Ese es el argumento que tratará de demostrar la defensa de los 17 encausados en el juicio que se inició ayer en la Audiencia Provincial por la muerte, el 5 de julio de 1994, de la joven María Jesús, vecina de la localidad de Mocejón, de 16 años, que ingresó cinco días antes con una pierna rota tras sufrir un accidente en una motoc...

El comportamiento. imprevisible en el cuerpo humano de la bacteria aeroma hidrófila fue la causante de la -muerte de María Jesús Ruano y no la pasividad de los médicos y personal sanitario que atendieron a la paciente en el Hospital Virgen de la Salud (Toledo).Ese es el argumento que tratará de demostrar la defensa de los 17 encausados en el juicio que se inició ayer en la Audiencia Provincial por la muerte, el 5 de julio de 1994, de la joven María Jesús, vecina de la localidad de Mocejón, de 16 años, que ingresó cinco días antes con una pierna rota tras sufrir un accidente en una motocicleta y caer en un arroyo de aguas fecales.

Un total de 17 personas: cinco médicos traumatólogos, el ex director gerente, el jefe del servicio de Traumatología, un director médico, seis ATS y tres auxiliares de enfermería, responderán de un presunto delito dé imprudencia temeraria con resultado de muerte. .

Para la acusación particular el caso está claro: "La joven tenía una infección que no se detectó y no se trató". Dos de los médicos que prestaron ayer declaración, Luis Thomas y Carlos Riquelme, aseguraron que la infección no se detectó hasta el quinto día de su ingreso en el hospital, y que no consideraron necesario realizar ninguna analítica hasta que entró en estado de shock y tuvo que ser ingresada en la UVI. La acusación estima que la pasividad de los médicos fue la causa última de la muerte por una infección generalizada en la sangre que no detectaron a pesar de los dolores, vómitos y fiebre.