Convergència prepara a la militancia

La dirección de Convergència está llevando a cabo una labor "pedagógica" entre las bases del partido para prepararlas ante la eventualidad de una colaboración con José María Aznar o un voto favorable a su investidura. Las asambleas de agrupaciones territoriales o sectoriales han reducido el tono de sus resoluciones contrarias a cualquier entendimiento con el PP, aunque la militancia sigue reacia a los populares.El secretario, general, Pere Esteve, envió el pasado día 18 una carta a cada militante para invitar a "analizar a fondo la nueva situación" y a discutir y reflexionar "sobre la mejor ma...

La dirección de Convergència está llevando a cabo una labor "pedagógica" entre las bases del partido para prepararlas ante la eventualidad de una colaboración con José María Aznar o un voto favorable a su investidura. Las asambleas de agrupaciones territoriales o sectoriales han reducido el tono de sus resoluciones contrarias a cualquier entendimiento con el PP, aunque la militancia sigue reacia a los populares.El secretario, general, Pere Esteve, envió el pasado día 18 una carta a cada militante para invitar a "analizar a fondo la nueva situación" y a discutir y reflexionar "sobre la mejor manera de servir a los ciudadanos y ciudadanas de Cataluña". Las juventudes de Convergéncia (JNC), sin embargo, aprobarán hoy una resolución para reclamar el voto negativo a la investidura.

Las declaraciones de Molins cayeron como una bomba entre dirigentes de Convergència que siguen sosteniendo la tesis oficial de que sin un compromiso claro y profundo no se podrá votar la investidura : Pero es seguro que si Molins ha lanzado a las bases, como revulsivo, la idea de que es inevitable votar la investidura, lo ha hecho contando con la aprobación de Jordi Pujol. Molins, abanderado de una posición dura, estaba obligado a modular su mensaje para preparar al partido y al electorado a un cambio de política. Esa predisposición al acuerdo no es incompatible con que surjan momentos de casi ruptura con el PP, para contentar a unas bases más radicales.

Por su parte, el PNV mantiene su intención de votar no a la investidura de Aznar.