"Llevaremos la rivalidad de manera cordial"

Son los dos diputados más jóvenes. En su primer día en el Congreso dieron un ejemplo no pequeño de tolerancia. Aceptaron ser entrevistados al tiempo, fueron absolutamente respetuosos el uno con el otro y, al acabar la conversación, dijeron que no les gustaría, después de haberse conocido, tener que enfrentarse en público. Alejandro Ballestero de Diego, de 26 años de edad, soltero, abogado, era hasta ahora secretario general técnico del Grupo Popular en las Cortes de Castilla-La Mancha. José Manuel Caballero, de 25, también soltero, del PSOE, era asistente social y técnico del Servicio d...

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Son los dos diputados más jóvenes. En su primer día en el Congreso dieron un ejemplo no pequeño de tolerancia. Aceptaron ser entrevistados al tiempo, fueron absolutamente respetuosos el uno con el otro y, al acabar la conversación, dijeron que no les gustaría, después de haberse conocido, tener que enfrentarse en público. Alejandro Ballestero de Diego, de 26 años de edad, soltero, abogado, era hasta ahora secretario general técnico del Grupo Popular en las Cortes de Castilla-La Mancha. José Manuel Caballero, de 25, también soltero, del PSOE, era asistente social y técnico del Servicio de Juventud del Ayuntamiento de Puertollano (Ciudad Real).Pregunta. ¿Recuerdan quién fue el primer presidente del Congreso tras la transición a la democracia?

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Ballestero (PP). Pues..., realmente, no me acuerdo.

Caballero (PSOE). ¿No fue Lavilla?

P. ¿A qué película habrían dado más oscars?

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Ballestero. A Braveheart, por el ensalzamiento que hace de unos valores épicos que me gustan... Dentro de su época, ¡eh!

Caballero. Se los habría dado a Casino. Además de que es una buena película, porque, cuando voy al cine, me gusta darme una larga sesión.

P. ¿Salieron a ver el paso del Hyakutake?

Ballestero. Sí, incluso hicimos coincidir una fiesta que teníamos prevista en el campo para ver la estela del cometa. Y se veía perfectamente.

Caballero. Sí. Estaba en Gandía, de viaje, y me paré por la noche a verlo.

P. ¿Tienen ordenador en casa?

Ballestero. Sí. Yo no soy un amante de la informática, pero es imprescindible tener un ordenador hoy en día.

Caballero. Sí, yo también tengo, aunque no es un último modelo.

P. ¿Con qué ganaron su primer dinero y su primer sueldo?

Ballestero. Mi primer dinero lo gané cantando en la tuna y mi primer sueldo trabajando como auxiliar, abriendo la puerta, en la consulta médica de mi padre.

Caballero. El primer dinero lo gané trabajando en la vendimia, en Valdepeñas, y el primer sueldo lo cobré siendo conserje en una academia de Informática.

P. Si no pertenecieran a una asociación política, ¿pertenecerían a algún otro tipo de asociación?

Ballestero. He pertenecido a los Boy Scouts, a la Asociación Popular de Estudiantes Universitarios de Toledo y a la tuna.

Caballero. Yo ingresé en las Juventudes Socialistas a los 14 años y en el PSOE a los 19. He pertenecido a la Asociación de Estudiantes de mi instituto, he trabajado como voluntario en un programa de rehabilitación de mujeres toxicómanas en la. cárcel de Cuenca y soy socio de Médicos sin Fronteras.

P. ¿Han jurado prometido su acatamiento a la Constitución?

Ballestero. He jurado.

Caballero. Yo he prometido.

P. ¿Quieren hacer de la política su profesión?

Ballestero. Yo tengo dos pasiones y dos profesiones: el derecho y la política. No me importaría seguir en la política, pero hay que tener los pies en el suelo porque la política está sujeta a muchos vaivenes. No cuenta sólo tu voluntad. Y convertirla en profesión tiene el riesgo de hacerte perder independencia.

Caballero. No quiero ser un político profesional. Cuando fui elegido secretario general de las Juventudes Socialistas de Castilla-La Mancha, rompí el hábito de ser un liberado. Seguí viviendo de mi sueldo de asistente social. Este puesto de ahora circunstancial. Cuando los ciudadanos o las circunstancias lo requieran, regresaré encantado a mi trabajo social.

P. ¿Alguno de ustedes quiere un Gobierno que no sea duradero y estable?

Ballestero. Además de quererlo, creo que es totalmente imprescindible.

Caballero. Yo quiero un Gobierno que funcione. Otra cosa es que lo consigan.

P. La palabra de moda es tolerancia. ¿Invocarla se convertirá en un tópico?

Ballestero. Si se convierte en tópico, cometeremos un grave error porque la palabra tolerancia tiene un significado tan profundo que invocarla requiere una responsabilidad con la que no podemos jugar.

Caballero. La tolerancia no debe hacer referencia sólo a asuntos políticos, sino que debe aplicarse con los emigrantes que llegan a nuestro país, con los que piensan de modo diferente a nosotros en muchos asuntos, con los que tienen una orientación sexual distinta a la de la mayoría... La tolerancia se aprende, se transmite, y también se puede poner en peligro.

P. ¿Se conocían antes?

Ballestero y Caballero. [Al tiempo] No.

P. ¿Y llevarán la rivalidad con cordialidad?

Ballestero. Ya la estamos llevando ahora. Yo no entiendo a la gente que se insulta. Te puedes acalorar, pero ése no es el camino.

Caballero. Después de esta conversación, me costaría mucho ser cruel políticamente con él.

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