Desactivado un coche bomba de ETA con 28 kilos de explosivos junto a un hipermercado de Madrid

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ETA aparcó ayer un coche con 25 kilos de amosal y tres kilos de pentrita junto al hipermercado Pryca del barrio madrileño de. La alarma se produjo después de que una mujer llamase a las 14.30 a la Cruz Roja y a la Policía Municipal de Madrid avisando en nombre de ETA de la colocación del coche bomba. La policía acordonó un radio de un kilómetro y obligó a salir de sus casas a todos los residentes en esa zona, así como a los clientes y emplea dos del hipermercado. Sobre las diez de la noche, los artificieros lograron desactivar el artefacto, que tenía un mecanismo de activación por radiocontro...

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ETA aparcó ayer un coche con 25 kilos de amosal y tres kilos de pentrita junto al hipermercado Pryca del barrio madrileño de. La alarma se produjo después de que una mujer llamase a las 14.30 a la Cruz Roja y a la Policía Municipal de Madrid avisando en nombre de ETA de la colocación del coche bomba. La policía acordonó un radio de un kilómetro y obligó a salir de sus casas a todos los residentes en esa zona, así como a los clientes y emplea dos del hipermercado. Sobre las diez de la noche, los artificieros lograron desactivar el artefacto, que tenía un mecanismo de activación por radiocontrol y otro por temporizador manual. Interior cree que el objetivo del atentado era un convoy policial.

Una mujer con acento vasco telefoneó a la Cruz Roja y a la Policía Municipal con base en las antiguas escuelas Aguirre para anunciar que "dentro de unas horas" estallaría un coche bomba aparcado junto al centro comercial Gran Vía de Hortaleza, según la policía.El vehículo, un Citröen ZX, que llevaba la matrícula falsa M-4190-NL, estaba aparcado en la confluencia con la calle de Arequipa y a, unos 200 metros del complejo policial de Canillas, donde están los servicios antiterroristas, antidroga y otras unidades del Cuerpo Nacional de Policía. El vehículo, cuya matrícula corresponde a otro de la misma marca y modelo, fue robado en enero en el distrito de Centro.

Tras desalojar a los empleados y clientes del centro comercial y a los vecinos de varios bloques circundantes, la policía cortó al tráfico una amplia zona. Después, los técnicos en desactivación de explosivos (Tedax) examinaron el vehículo sospechoso hasta localizar dentro del maletero el artefacto, oculto en una olla de aluminio de 50 litros de capacidad.

Descargas de agua

A lo largo de la tarde, los artificieros efectuaron dos descargas con un fusil de agua a presión y manipularon la bomba mediante un robot teledirigido. "La operación fue muy larga porque queríamos evitar que estallase", dijo un mando policial.Poco antes de las diez de la noche, los Tedax consiguieron extraer la olla del maletero del automóvil. Al hacerlo, cayeron al suelo varios paquetes de amosal. Toda la sustancia explosiva, sin embargo, fue recogida y trasladada al laboratorio de los artificieros. Según sus primeras impresiones, el artefacto estaba preparado para ser activado mediante un doble sistema: uno, empleando a distancia un radiocontrol; y dos, a través de un temponzador manUal consistente en dos relojes.

Acabada la operación, el coche bomba fue trasladado a la base de Canillas para proceder a la búsqueda de huellas. Paralelamente, los vecinos más próximos a la zona pudieron volver a su casa, siete horas después de haber sido desalojados.

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Fuentes policiales creen que ETA decidió avisar de la colocación del coche bomba al no poder llevar a cabo el atentado y para evitar que causara víctimas entre las numerosas personas que acuden al centro comercial Gran Vía.

Una de las hipótesis que se barajan acerca del objetivo del coche bomba es que éste podía ir dirigido contra los policías que a diario montan un control rutinario en ese lugar, debido a su proximidad al complejo de Canillas. También es posible que la intención de los terroristas fuese atentar contra alguno de los convoyes que transitan frecuentemente por esa zona.

Expertos antiterroristas descartan que el objetivo terrorista fuera el centro comercial Pryca, un grupo controlado por una sociedad de capital francés.

Interior había decretado desde hace dos semanas una alerta ante el temor a un atentado de ETA después de las elecciones del pasado día 3.

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