González insta a los servicios secretos que luchan contra el terrorismo a compartir más información

Felipe González tiene una obsesión en materia de lucha antiterrorista: que los servicios secretos y las policías de los países que combaten ese fenómeno compartan toda su información y dejen de esconderse mutuamente datos. Ayer hizo de nuevo hincapié en esa idea durante su intervención en la cumbre antiterrorista que congregó a delegaciones de 29 Estados a orillas del mar Rojo."Entre todos los reunidos en esta mesa", dijo cuando le tocó el turno de palabra, "tenemos suficiente energía, y capacidad para dar una respuesta eficaz al fenómneno". "El 80% de la eficacia depende de la coordinación en...

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Felipe González tiene una obsesión en materia de lucha antiterrorista: que los servicios secretos y las policías de los países que combaten ese fenómeno compartan toda su información y dejen de esconderse mutuamente datos. Ayer hizo de nuevo hincapié en esa idea durante su intervención en la cumbre antiterrorista que congregó a delegaciones de 29 Estados a orillas del mar Rojo."Entre todos los reunidos en esta mesa", dijo cuando le tocó el turno de palabra, "tenemos suficiente energía, y capacidad para dar una respuesta eficaz al fenómneno". "El 80% de la eficacia depende de la coordinación entre nuestros países", es decir, según explicó después, del "intercambio de información porque sólo el 20% de la lucha antiterrorista es acción".

"Nosotros conocemos el fenómeno del terrorismo", declaró de entrada González, para subrayar así hasta qué punto se sentía "plenamente solidario" con. el primer ministro israelí, Simón Peres, al igual que en su día se sintió identificado con el líder palestino, Yasir Arafat, cuyo pueblo también sufrió el azote de extremistas judíos. Además de la coordinación internacional, la violencia sé combate "aislando socialmente a, los terroristas y ayudando al pueblo palestino", recalcó. No llegó, sin embargo, a pedir públicamente a Peres que levante el cerco impuesto a los territorios palestinos provocándoles una asfixia económica.

Anunció, no obstante, a Arafat que España incrementaría su ayuda humanitaria a su pueblo este año en cerca de 250 millones de pesetas, una cantidad que se añadirá a los casi 5.000 millones que, directamente o a través de organizaciones internacionales, tiene previsto entregarle en 1996.

Ante la prensa, el presidente español reconoció que palestinos y, sobre todo, israelíes podían dar otra respuesta a la ola de terrorismo que ha sufrido el Estado judío: "Ahondar el proceso de paz". Para conseguirlo "habrá que esperar a que el Gobierno de Israel recupere un cierto margen de maniobra" ante su opinión pública. En Vis1?eras electorales es, sin embargo, improbable que Simón Peres tome cualquier decisión arriesgada.

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