Casi todos los niños ruandeses fueron testigos del genocidio

Más del 95% de los menores ruandeses testigos de los horrores del genocidio de 1994, según un estudio del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) sobre 3.000 jóvenes entre ocho y 19 años. El 80% perdió algún miembro de su familia cercana; más de un tercio, vieron a otros jóvenes participar en asesinatos o brutalidades y el 31% asistió a violaciones.El alcance de los acontecimientos de Ruanda "no tiene parangón en la historia contemporánea", dice el informe. "Están obsesionados por impresiones sensoriales horribles que parasitan su vida cotidiana, afectan a su capacidad de concen...

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Más del 95% de los menores ruandeses testigos de los horrores del genocidio de 1994, según un estudio del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) sobre 3.000 jóvenes entre ocho y 19 años. El 80% perdió algún miembro de su familia cercana; más de un tercio, vieron a otros jóvenes participar en asesinatos o brutalidades y el 31% asistió a violaciones.El alcance de los acontecimientos de Ruanda "no tiene parangón en la historia contemporánea", dice el informe. "Están obsesionados por impresiones sensoriales horribles que parasitan su vida cotidiana, afectan a su capacidad de concentración y les impiden dormir lo suficiente. Además tienen la terrible responsabilidad de tratar de dar un sentido a hechos incomprensibles", señala Leila Gupta, oficial de proyecto.

Pero una de las conclusiones más espeluznantes es que casi todos los menores -la mitad niños y la mitad niñas- creían que iban a morir en la guerra y casi dos tercios recibieron amenazas de muerte. Un chaval de 13 años recuerda que lo peor fue "contemplar el asesinato de mis padres en casa. Sabíamos que los asesinos vendrían. Los cadáveres tenían un aspecto terrible, porque antes de matarlos les habían pegado".

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