Descubierta una nueva causa química de la adicción al tabaco

Los fumadores tienen una mayor concentración de dopamina

La adicción a fumar cigarrillos está relacionada con mecanismos químicos cerebrales implicados en la dependencia de drogas como la cocaína y la heorína, según unas investigaciones estadounidenses cuyos resultados se presentan hoy en la revista Nature. Los fumadores mantienen en el cerebro una concentración más alta que los no fumadores de dopamina, un neurotransmisor implicado en la sensación de euforia.

A pesar de que la relación entre cáncer y fumar está establecida y de que los datos estadísticos son abrumadores (el 90% de los casos de cáncer de pulmón son fumadores), el fumar sigue ...

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La adicción a fumar cigarrillos está relacionada con mecanismos químicos cerebrales implicados en la dependencia de drogas como la cocaína y la heorína, según unas investigaciones estadounidenses cuyos resultados se presentan hoy en la revista Nature. Los fumadores mantienen en el cerebro una concentración más alta que los no fumadores de dopamina, un neurotransmisor implicado en la sensación de euforia.

A pesar de que la relación entre cáncer y fumar está establecida y de que los datos estadísticos son abrumadores (el 90% de los casos de cáncer de pulmón son fumadores), el fumar sigue siendo popular, particularmente en los países en desarrollo, donde el número de fumadores está subiendo. Las campañas contra el tabaco sólo pueden tener un efecto limitado porque fumar es una adicción.Hasta ahora, la nicotina en los cigarrillos se consideraba la única responsable, pero Joanna S. Fowler y sus colegas han encontrado otra razón de la adicción de los fumadores: la disminución de la cantidad de la enzima -monoamina oxidasa B (MAO-B)- en su cerebro- La MAO-B está implicada en la regulación de los niveles de dopamina rompiéndola.El cerebro de los fumadores contiene alrededor de un 40% menos de enzima que el de los no fumadores, por lo que debe haber en él mayor cantidad de dopamina, que juega un papel fundamental en el sistema cerebral de la percepción del placer y la recompensa, y está implicada en la adicción de otras drogas (cocaína, heroína, anfetaminas y alcohol).

Fowler y sus colegas, del Brookhaven National Laboratory (EE UU) y de la State University at Stony Brook, en Nueva York, fueron capaces de estudiar la cantidad de MAO-B en el cerebro de varias personas utilizando la técnica de escaner PET (Tomografía por Emisión de Positrones).

La dopamina es un neutrotransmisor, uno de los compuestos químicos que las neuronas utilizan para intercambiar señales y, para que este sistema funcione con eficacia, el exceso de dopamina tiene que ser rápidamente eliminado. Se cree que la adicción es una respuesta inapropiada debida al exceso de dopamina.

En otro artículo también publicado hoy en Nature, Alexander Glassman, de la Universidad de Columbia (Nueva York), y George Koob, del Scripps Research Institute en La Jolla, sugieren que el aumento de la dopamina puede tener una consecuencia más seria aún: aumentar la probabilidad de que un individuo adquiera la adicción a otra droga.

La dopamina, además, está implicada en el control cerebral del movimiento muscular, por lo que los niveles reducidos de MAO-B en los fumadores puede estar relacionado con el hecho de que tengan la mitad de riesgo que los no fumadores de contraer la enfermedad de Parkinson, caracterizada por disfunciones en la coordinación muscular.

Todavía no se han identificados los agentes activos en el humo de los cigarrillos responsables de la disminución de MAO-B. Los científicos piensan que un inhibidor de esta enzima serviría como medicamento para dejar de fumar.

Copyright Nature News Service.

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