Elecciones 3 de marzo

José Ocaña

Profesor funcionario autonómico

Cuando José Ocaña (Almería, 1954) conquistó su plaza de profesor de Dibujo Artístico y Técnico de enseñanzas secundarias, hace de esto ya 15 años, para opositar había que viajar a Madrid, el territorio MEC era una mancha expandida sobre casi todo el país y la andaluza era una utopía autonómica muy rezagada. "Quince años después no percibo ningún signo andaluz en trabajar para la comunidad en vez de hacerlo para el Estado. Nunca he notado ese cambio", dice.Ahora, José Ocaña, que no milita política ni sindicalmente, hace una descripción dramática de la situación de los funcionarios andalu...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Cuando José Ocaña (Almería, 1954) conquistó su plaza de profesor de Dibujo Artístico y Técnico de enseñanzas secundarias, hace de esto ya 15 años, para opositar había que viajar a Madrid, el territorio MEC era una mancha expandida sobre casi todo el país y la andaluza era una utopía autonómica muy rezagada. "Quince años después no percibo ningún signo andaluz en trabajar para la comunidad en vez de hacerlo para el Estado. Nunca he notado ese cambio", dice.Ahora, José Ocaña, que no milita política ni sindicalmente, hace una descripción dramática de la situación de los funcionarios andaluces: "Están mal pagados, en su nivel más bajo de respeto y prestigio social, con relaciones muy frías con la Administración, nulas posibilidades de promoción y sujetos a una cicatería económica que roza el mínimo indispensable de medios para desempeñar nuestra función". La causa de todo ello es tajante y única: "La función pública", diagnostica, "se ha degradado".

Más información

"El poder político", agrega Ocaña, "sólo recurre a nosotros cuando nos necesita y el desarrollo humano en el trabajo es posible ¿Aliviaría todo eso e pago de la deuda histórica del Estado con Andalucía? José Ocaña elude responder directamente a la pegunta. Dice que ignora si eso sería un alivio, pero advierte: "La deuda económica existe, pero hay otra muy fuerte, cultural, que es la visión tópica con la que el Norte sigue despreciando al Sur".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En