Maccanico prevé que esta semana tendrá un Gobierno para Italia

Antonio Maccanico, el nuevo presidente designado para formar Gobierno en Italia, es optimista tras una primera ronda de consultas con los partidos, y estima que el fin de semana podrá anunciar su Gabinete, de forma que, hacia el 15 de febrero, reciba la confianza del, Senado. El camino, añade, no es aún seguro, porque hay problemas. Gianfranco Fini, líder de Alianza Nacional (AN), procura enunciar uno cada día.

No obstante, domina la impresión de que el Gobierno se hace. Si ocurriera en los plazos indicados por Maccanico, sería todo un récord de velocidad para lo que es habitual en Ital...

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Antonio Maccanico, el nuevo presidente designado para formar Gobierno en Italia, es optimista tras una primera ronda de consultas con los partidos, y estima que el fin de semana podrá anunciar su Gabinete, de forma que, hacia el 15 de febrero, reciba la confianza del, Senado. El camino, añade, no es aún seguro, porque hay problemas. Gianfranco Fini, líder de Alianza Nacional (AN), procura enunciar uno cada día.

No obstante, domina la impresión de que el Gobierno se hace. Si ocurriera en los plazos indicados por Maccanico, sería todo un récord de velocidad para lo que es habitual en Italia.Incluso Umberto Bossi, el líder de la Liga Norte, está convencido de que el pacto entre Silvio Berlusconi, líder de Forza Italia (FI), y Massimo D'Alema, secretario del Partido Democrático de la Izquierda (PDS), dará resultados. Bossi no descarta la posibilidad de dar la confianza a Maccanico, para no quedar aislado cuando se negocie un nuevo sistema electoral capaz de amenazar la supervivencia parlamentaria de la Liga. El único partido que ha dado un no a Maccanico es Refundación Comunista.

Fini pone objeciones, que a veces parecen de mera imagen, para, que su base intrasigente no le vea como reo de una alianza con Berlusconi que ya no parece sino un matrimonio inevitable pero de pura conveniencia. Mayores problemas de imagen que Fini tiene D'Alema, acosado,desde la izquierda comunista por pactar con, los fascistas, mientras parte de su propia base, incluido su predecesor, Achille Occhetto, y los aliados ex democristianos le acusan de oportunismo y de ceder ante la verdadera amenaza para la democracia, que, según estos sectores, es Berlusconi.

Si fracasa el acuerdo, criticado por muchos como una reedición anacrónica de la tradición comunista italiana de pactar con el centro que fue la Democracia Cristiana, D'Alema tendrá dificultades para reactivar, con vistas a las elecciones, una coalición de centroizquierda en la que el liderazgo de Romano Prodi parece ya cosa pasada.

Pero la ruptura parece improbable. Fini comenzó por vetar al todavía ministro en funciones, Lamborto Dini, y. a su predecesor en el Gobierno, Carlo Azeglio Ciampi, como ministros del Gobierno predominantemente técnico que prepara Maccanico, pero ayer parecía dispuesto a ceder sobre Ciampi.

Berlusconi pide unos ministros "de garantía", uno por cada coalición, que, Fini y D'Alema rechazan porque no quieren ser vistos por el electorado como parte de un misimo Gobierno. El líder de Forza Italia se muestra dispuesto a ceder, y añade que la composición del Gobierno no será nunca un problema.

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Más grave es la demanda de Fini de que, si la reforma constitucional aprobada por el Parlamento no fuera bastante presidencialista, los italianos puedan adoptar, por referéndum, otra alternativa. Pero, añade, es una petición, no una exigencia. Hay quien comienza a pensar que en Italia no habrá oposición durante al menos dos años y a preocuparse por las consecuencias.

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