El agente comercial de Focoex en Montevideo asegura que cobró las comisiones normales

ENVIADO ESPECIALWalter Estellano, agente comercial de Focoex (Fomento de Comercio Exterior) en Uruguay, califica de disparates las cifras publicadas sobre sus ingresos por ese concepto y asegura haber cobrado aproximadamente el 4% del monto de diversas operaciones comerciales suscritas entre la empresa pública española y organismos estatales uruguayos.

En una entrevista a EL PAÍS declaró: "Cobraba lo que estaba pactado, que era en torno al 415 sobre el valor de las operaciones". Estellano, 49 años, director de la firma Promocoex (Promoción del Comercio Exterior) resalta que su trabajo n...

ENVIADO ESPECIALWalter Estellano, agente comercial de Focoex (Fomento de Comercio Exterior) en Uruguay, califica de disparates las cifras publicadas sobre sus ingresos por ese concepto y asegura haber cobrado aproximadamente el 4% del monto de diversas operaciones comerciales suscritas entre la empresa pública española y organismos estatales uruguayos.

En una entrevista a EL PAÍS declaró: "Cobraba lo que estaba pactado, que era en torno al 415 sobre el valor de las operaciones". Estellano, 49 años, director de la firma Promocoex (Promoción del Comercio Exterior) resalta que su trabajo no vulneró las prácticas comerciales establecidas y reafirma su libertad para ingresar el dinero en Bahamas, Nueva York, o cualquier otro país o cualquier otro banco, porque "no hay nada ilegal".

"Se intenta confundir a la opinión pública, sobre lo que es una comisión comercial, que se cobra en todo el inundo". El empresario uruguayo, antes periodista, afirma que su trabajo en operaciones pactadas a resultado no está exento de riesgo. "Puedes estar trabajando dos o tres años, o más, como lleva una operación de este tipo, y a la hora de firmar la operación por las razones que sea y la operación no se hace, no cobras un duro. Todo, desde los viajes, las entrevistas o las llamadas telefónicas, ha sido a costo tuyo".

Acusaciones falsas

Estellano insiste en que ingresó honorarios pagados por servicios comerciales en un porcentaje nunca superior al 5% marcado como límite por el ministerio de Hacienda el 5 de marzo del 1987 para aquellas operaciones de exportación que incluyan financiación con ayuda oficial. "Se utiliza como prueba incriminatoria el informe del Tribunal de Cuentas, y de ahí no surge nada. Todo lo contrario. Y hasta se usan los comentarios de prensa. Y se ponen además cifras absolutamente disparatadas".Estellano recuerda la diferencia evidente entre comisión y soborno y no comenta las insinuaciones de los legisladores denunciantes de los contratos de Focoex respecto a la existencia de funcionarios uruguayos corruptos. "No quiero entrar en eso. Quien lo dice lo va a tener que demostrar. Se va a instalar una Comisión Investigadora (aproximadamente el 15 de febrero) y ahí no se va ir solamente a explicar lo que se dice, sino a presentar pruebas de lo que se dice".

Estellano, que ya había intervenido como comisionista en dos operaciones de Focoex durante el primer gobierno de Julio María Sanguinetti, por las que manifiesta haber cobrado "no más de 200.000 dólares por cinco años de trabajo", reitera que no hay nada extraño en la elección de los denominados paraísos fiscales para abrir cuentas bancarias. "Lo dice también el Tribunal de Cuentas, que la mayoría se pagan en donde las personas que devengan la comisión lo indiquen. El país o el banco donde se cobra es una elección personal que no afecta para nada la regularidad de la comisión. No hay nada de clandestino en todo esto", subraya. "Allí [en Bahamas] está el Citibank, el National Bank of New York, el Royal Bank of Canadá, el Banco Exterior. No ay ilegalidad en eso porque en caso contrario los bancos con participación estatal no tendrían oficinas en Bahamas".

Comenta el alcance fiscalizador del Tribunal de Cuentas. Una vez que se pagó (la comisión) el Tribunal de Cuentas no tiene por qué tener ningún control sobre lo que ha: cobrado un agente. Lo que tiene que saber es si eso realmente se: pagó y a quien se pagó y por qué conceptos". Niega haber tratado de ocultar algo cuando derivó un depósito hacia la cuenta de su esposa. "Para hacer cada pago se necesita una autorización y en esa autorización al señor que te gira tienes que decirle usted transfiérame el dinero a la cuenta tal de fulano de tal. Yo, como titular del dinero, digo transfiera a la cuenta de fulano de tal con total claridad, porque entiendo que es absolutamente lícito y lógico".

Opina que la polémica surgida en torno a los contratos de la empresa pública española responde a razones políticas: "Detrás de todo esto hay un tema absolutamente político y nada más. Es el afán de perjudicar a un oponente. Aquí y en España".

Sobre la situación uruguaya añade: "Hay un Gobierno de coalición. Desde que el Gobierno asume el poder (marzo de 19915) hasta la fecha no ha habido reclamación oficial de ninguno de los equipamientos suministrados, exceptuando mínimas roturas o detalles que se han subsanado en su mayoría. Y con contratos sumamente generosos desde el punto de vista del comprador, al extremo que después de la debida reclamación fundamentada, puede llegar a la recompra de un equipo que entiendan no ajustado a lo que ellos pidieron".