Mediación obligatoria previa a la huelga

Antonio Gutiérrez, Cándido Méndez, José María Cuevas y Manuel Otero, máximos dirigentes de los sindicatos CC OO y UGT y de la patronal CEOECEPYME, firmaron ayer un acuerdo que supone el inicio de "una nueva cultura" en todo tipo de conflictos colectivos que surjan entre empresarios y trabajadores. Tras ese pacto se deben someter a mediación obligatoria previa los contenciosos que surjan por despidos colectivos, movilidad geográfica, modificación sustancial de las condiciones de trabajo y suspensiones de contratos, así como las huelgas -72 horas antes de la convocatoria- en empresas con cen...

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Antonio Gutiérrez, Cándido Méndez, José María Cuevas y Manuel Otero, máximos dirigentes de los sindicatos CC OO y UGT y de la patronal CEOECEPYME, firmaron ayer un acuerdo que supone el inicio de "una nueva cultura" en todo tipo de conflictos colectivos que surjan entre empresarios y trabajadores. Tras ese pacto se deben someter a mediación obligatoria previa los contenciosos que surjan por despidos colectivos, movilidad geográfica, modificación sustancial de las condiciones de trabajo y suspensiones de contratos, así como las huelgas -72 horas antes de la convocatoria- en empresas con centros en más de una comunidad autónoma. Los interlocutores sociales no culminan ahí el diálogo y abrirán un foro de debate para impulsar la negociación colectiva.

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El compromiso firmado ayer por la patronal y los sindicatos es el primero que suscriben desde el pacto sobre Formación Continua de diciembre de 1992 y el Acuerdo Interconfederal de 1983. El denominado Acuerdo sobre Solución Extrajudicial de Conflictos Laborales (ASEC) se ha logrado tras un año de complejos debates entre las cúpulas de las tres organizaciones. Ahora se abre un proceso, que durará en torno a mes y medio, para que las patronales sectoriales y las federaciones de los sindicatos se adhieran a este pacto. También se pueden incorporar otros sindicatos, aunque hasta. el momento ninguna central ha expresado disposición en este sentido. Una vez que las organizaciones de la CEOE y las federaciones sindicales se adhieran o incorporen el acuerdo a sus respectivos convenios, los firmantes se dirigirán al Gobierno -el que surja tras las elecciones del 3 de marzo- para que, mediante un pacto tripartito, habilite las medidas que hagan posible su financiación y ejecución. El acuerdo tiene vigencia hasta el año 2000 y a partir de ese momento se prorrogará por sucesivos periodos de cinco años.

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