Ideas gemelas

He leído con asombro el artículo aparecido el jueves 4 de enero sobre la presentación del relato corto del realizador Alex de la Iglesia titulado Fragmento de una novela. Según el artículo, el relato trata, textualmente, "de la historia de un individuo que, obsesionado por el fracaso de un libro del que era autor, decide asesinar al crítico que no le permitió el éxito".Pues bien, mi asombro se debe a que en 1992 rodé un cortometraje titulado El criticador, cuya sinopsis es la siguiente: un despiadado crítico literario recibe la visita de un autor cuya primera novela ha sido un fr...

He leído con asombro el artículo aparecido el jueves 4 de enero sobre la presentación del relato corto del realizador Alex de la Iglesia titulado Fragmento de una novela. Según el artículo, el relato trata, textualmente, "de la historia de un individuo que, obsesionado por el fracaso de un libro del que era autor, decide asesinar al crítico que no le permitió el éxito".Pues bien, mi asombro se debe a que en 1992 rodé un cortometraje titulado El criticador, cuya sinopsis es la siguiente: un despiadado crítico literario recibe la visita de un autor cuya primera novela ha sido un fracaso, debido, en buena parte, a la venenosa reseña del crítico, por lo que el resentido autor lo somete a un desafio mortal.El corto, de 22 minutos, fue rodado en vídeo con cuatro pesetas. A pesar de haber ganado el premio extraordinario de la Asociación Independiente de Cineastas Amateur (AICA) de Madrid en el certamen del mismo año, sólo conseguí que fuera emitido en alguna tele local de Las Palmas.

Por eso, y aunque pueda parecer otra cosa, el objeto de esta carta no es otro que el puramente anecdótico, y desear de paso a De la Iglesia mejor fortuna con su relato que la que yo tuve con el corto-