ETA chantajea al Gobierno con el secuestro de un funcionario de prisiones

"El Gobierno no aceptará nunca ningún chantaje de esa gentuza"- Con esta contundencia replicaba ayer el ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, al nuevo pulso que ETA ha lanzado al Ejecutivo con el secuestro del funcionario de prisiones José Antonio Ortega. Belloch respondió al desafío tras reunirse durante tres horas con representantes de los sindicatos de prisiones. José Antonio Ortega desapareció el miércoles en Burgos, y una llamada anónima al diario Egin induce a pensar que ETA no pretende obtener un rescate, sino chantajear al Gobierno, para que ponga fin a la dispersión d...

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"El Gobierno no aceptará nunca ningún chantaje de esa gentuza"- Con esta contundencia replicaba ayer el ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, al nuevo pulso que ETA ha lanzado al Ejecutivo con el secuestro del funcionario de prisiones José Antonio Ortega. Belloch respondió al desafío tras reunirse durante tres horas con representantes de los sindicatos de prisiones. José Antonio Ortega desapareció el miércoles en Burgos, y una llamada anónima al diario Egin induce a pensar que ETA no pretende obtener un rescate, sino chantajear al Gobierno, para que ponga fin a la dispersión de sus presos.

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Es la primera vez que ETA mantiene dos secuestros simultáneos: José María Aldaya sigue en su poder tras 258 días. También es el :primer secuestro cuyo móvil no es el dinero desde el del capitán Martín Barrios, en octubre de 1983, que acabó asesinado.Los máximos responsables de Justicia e Interior asumieron ayer finalmente que, "aunque no se sabe todavía al cien por cien es "muy probable" que la desaparición involuntaria de Ortega sea obra de ETA. El ministerio y los representantes de los sindicatos de funcionarios de prisiones hicieron público ayer un comunicado llamando a la serenidad.

La confirmación de que José Antonio Ortega Lara, militante del Partido Popular, empleado en la prisión de Logroño y residente en Burgos, de 37 años, está en manos de la banda se producía el mismo día en que HB decidía en Vitoria acudir a las próximas elecciones generales. La acción culmina una intensa campaña de HB y su entorno, salpicada de violentos incidentes callejeros, en demanda del reagrupamiento en cárceles vascas de los casi 600 presos etarras dispersos por toda España.

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