Alemania y la OTAN presionan para reunificar Mostar

La diplomacia alemana y la potencia militar de la OTAN pusieron ayer toda la carne en el asador para estabilizar la Federación bosnio-croata, un problema que puede poner, en peligro todo el proceso de paz en Bosnia. El ministro de Exteriores alemán, Klaus Kinkel, visitó ayer lá dividida ciudad de Mostar para exigir que el acuerdo de paz alcanzado en Dayton "sea cumplido hasta la última coma". "La Federación bosnio-croata debe funcionar Mostar debe ser una ciudad unida", añadió.Poco antes de que Kinkel lograra sentar juntos a croatas y musulmanes para celebrar conversaciones, el almirant...

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La diplomacia alemana y la potencia militar de la OTAN pusieron ayer toda la carne en el asador para estabilizar la Federación bosnio-croata, un problema que puede poner, en peligro todo el proceso de paz en Bosnia. El ministro de Exteriores alemán, Klaus Kinkel, visitó ayer lá dividida ciudad de Mostar para exigir que el acuerdo de paz alcanzado en Dayton "sea cumplido hasta la última coma". "La Federación bosnio-croata debe funcionar Mostar debe ser una ciudad unida", añadió.Poco antes de que Kinkel lograra sentar juntos a croatas y musulmanes para celebrar conversaciones, el almirante Leighton Smith, jefe de la OTAN en Bosnia, realizó una breve visita. a Mostar para informarse de la situación, que calificó de "muy grave". La ciudad ha sido escenario en los últimos días de varios asesinatos entre las dos coffitinidades hostiles. Smith, que reiteró la disposición de sus fuerzas para ayudar a la reunificación, añadió: "Los líderes de la federación firmaron [los acuerdos de- Dayton rubricados en París el pasado 14 de diciembre] ciertas cosas, incluyendo una fuerza de policía integrada. Éste es un elemento clave en el futuro de la ciudad y todos estamos de acuerdo en que ésa es una fúnción para los civiles, no para los militares".

Por otra parte, el almirante Smitha afirmó que las tropas de la Alianza Atlántica no tienen como misión perseguir criminales de guerra o desenterrar fosas comunes. Días atrás, una información de The New. York Times señalaba que en una mina de hierro situada en Ljubija, al noroeste de Bosnia, podían estar enterrados hasta 8.000 cadáveres de musulmanes asesinados por los serbios. Otras informaciones procedentes de Estados Unidos también aseguran que hay fósas comunes cerca de Srebrenica, un enclave musulmán en Bosnia oriental, que cayó en manos serbias el pasado junio. "Nuestras fuerzas no están aquí para perseguir a criminales de guerra", dijo Smith, "sin embargo, si en el curso de nuestra misión nos cruzamos con ellos o ellos se cruzan con nosotros nuestra obligación será detenerlos y ponerlos a disposición del tribunal internacional".

Las autoridades serbias liberaron ayer a tres musulmanes que habían sido secuestrados el mes pasado en la zona serbia de Sarajevo. Los tres hombres fueron detenidos en el barrio de Ilidza por policías uniformados, pese a que los acuerdos de paz garantizan la libertad de movimientos a los civiles.

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