La crisis financiera será la prioridad del nuevo Gobierno de coalición de Japón

El conservador Ryutaro Hashimoto, de 58 años, residente del Partido Liberal Democrático (PLD no tuvo ayer problemas para ser elegido por la Di`eta (Parlamento) primer ministro de Japón en sustitución del socialista Tomiichi Murayama, de 71. El nuevo Gobierno de coalición, que además de liberales y socialistas contará con el apoyo de los centristas del Sakigake, tendrá como prioridad resolver los graves problemas financieros que atraviesa el país. Con tal fin, Hashimoto ha nombrado como viceprimer ministro y ministro de Finanzas a Wataru Kubo, de 69 años, actual secretario del Partido Socialis...

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El conservador Ryutaro Hashimoto, de 58 años, residente del Partido Liberal Democrático (PLD no tuvo ayer problemas para ser elegido por la Di`eta (Parlamento) primer ministro de Japón en sustitución del socialista Tomiichi Murayama, de 71. El nuevo Gobierno de coalición, que además de liberales y socialistas contará con el apoyo de los centristas del Sakigake, tendrá como prioridad resolver los graves problemas financieros que atraviesa el país. Con tal fin, Hashimoto ha nombrado como viceprimer ministro y ministro de Finanzas a Wataru Kubo, de 69 años, actual secretario del Partido Socialista.

La elección de Hashimoto, por 288 votos frente a 167 del ex liberal y líder del opositor Shinshinto, Ichiro Ozawa, supone una flagrante manipulación del veredicto popular de las elecciones de 1993, que precisamente castigaron al partido gobernante y le hicieron perder, por vez primera en casi cuatro décadas la jefatura del poder.Las dificultades para encontrar alguien que no rechazara la cartera de Finanzas refleja la importancia y dimensión de la crisis financiera que atraviesa la segunda potencia económica mundial. Tras un largo tira y, afloja, Kubo cargará con la responsabilidad de Finanzas, el más complicado y poderoso ministerio que históricamente, ha sido feudo de los liberales pero que en esta ocasión lo han rechazado, conscientes de la ardua labor que aguarda a su titular.

Kubo, mano derecha del dimisionario Murayama, debuta en las funciones ministeriales. Tendrá que bregar para atenuar la irritación que en la calle ha despertado la medida del anterior Gabinete, que prevé destinar 6.850 millones de dólares del contribuyente para tapar las elevadas deudas que han dejado siete bancos hipotecarios privados en quiebra por créditos dados a intereses especuladores en el pasado.

Una mujer para Justicia

El nuevo Gobierno, formado por 12 liberales, seis socialistas y dos miembros del Sakigake (una escisión del PLD), tiene sólo dos ministros con menos de 50 años. El nuevo titular de Exteriores será el liberal Yukihiko Ikeda, de 58 años, que tras entrar en política ocupó la cartera de Defensa. Una novedad relevante es que por vez primera una mujer, Ritsuko Nagao, de 62 años, estará al frente de Justicia. Una de las primeras decisiones que deberá tomar Nagao, una ex funcionaria sin adscripción política determinada, será ilegalizar la secta religiosa La Verdad Suprema, que aterrorizó el año pasado el país con gas venenoso en el metro.Como responsable del Ministerio de Industria y Comercio Exterior, otro Departamento clave del cual era responsable hasta ahora Hashimoto,_ha sido nombrado un hombre telativamente joven, el liberal Shunpei Tsukahara, de 48 años, que trabajó como ejecutivo en la poderosa compañía, publicitaria Dentsu.

El traspaso de la jefatura de Gobierno de Murayama a Hashimoto sin el refrendo popular ha sido, condenado por la prensa y por la oposición, que amenazó, con, retirarse para forzar una adelanto de las elecciones, previstas para mediados de 1997.

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La coalición de Gobierno discrepa en no pocas cuestiones. Sus, líderes han elaborado un programa bastante ambiguo e impreciso que permita, sin embargo, el mantenimiento duración del Gabinete de Hashimoto hasta las elecciones de 1997. El saneamiento económico, la religión o las mismas relaciones con Estados Unidos han sido asuntos tocados de manera muy vaga en el programa de Hashimoto, aun cuando éste quiere ante todo preservar la alianza con Washington.

Hashimoto, que despertó simpatía especialmente entre el empresariado por su firme postura en las negociaciones sobre la apertura del mercado del automóvil con EE UU, se pondrá a prueba con la visita que el presidente Bill Clinton realizará a Japón el próximo abril.

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