Un muro de silencio rodea la negociación secreta de sirios e israelíes en Estados Unidos

Las delegaciones de Israel y Siria siguen hablando en tomo a la chimenea de un apartado local del Estado norteamericano de Maryland sin más noticias sobre las negociaciones que algunos signos de que éstas prosiguen en un ambiente optimista. Ambas partes, con la mediación de Estados Unidos, parecen contar con la autorización de sus respectivos gobiernos para tratar con amplitud de criterios los asuntos más delicados que separan a sus países.

Ambas partes están respetando escrupulosamente el compromiso de no facilitar información a la prensa hasta que no haya resultados concretos que anun...

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Las delegaciones de Israel y Siria siguen hablando en tomo a la chimenea de un apartado local del Estado norteamericano de Maryland sin más noticias sobre las negociaciones que algunos signos de que éstas prosiguen en un ambiente optimista. Ambas partes, con la mediación de Estados Unidos, parecen contar con la autorización de sus respectivos gobiernos para tratar con amplitud de criterios los asuntos más delicados que separan a sus países.

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Ambas partes están respetando escrupulosamente el compromiso de no facilitar información a la prensa hasta que no haya resultados concretos que anunciar. Los medios de comunicación sólo han tenido acceso a la entrada y salida de vehículos del centro de convenciones del río Wye, el lugar donde se celebran las conversaciones. Ni siquiera el orden del día de la reunión es público, porque los mediadores norteamericanos han procurado que estas negociaciones tengan el tono informal de un primer contacto entre viejos rivales. Los negociadores han prescindido del traje y la corbata, y han eliminado también todo tipo de protocolos. El formato de la reunión, según el Departamento de Estado norteamericano, es el de una charla de café.

Las dos delegaciones regresarán hoy a sus respectivas capitales para intercambiar consultas con sus Gobiernos. La próxima semana volverán a Maryland para continuar negociando, y el secretario de Estado norteamericano, Warren Christopher, viajará a oriente Próximo a partir del 10 de enero con intención ya de convocar una conferencia formal de paz.

Queda, por tanto, un largo camino por recorrer todavía, y una buena cantidad de obstáculos por salvar. Por el momento, el optimismo reinante responde a los comentarios procedentes de los Gobiernos implicados en la negociación. En Damasco, el nunistro de Relaciones Exteriores, Faruk al Shara, declaró que en estas negociaciones "existe ciertamente seriedad por parte de Siria, de Estados Unidos y también de parte de Israel". "Esperamos", añadió el ministro, "que la reuniones de Maryland conseguirán resultados que impulsen el proceso hacia una paz justa y global y conviertan este optimismo en logros reales que todos podamos ver".

En Jerusalén, el ministro israelí de Economía, Yosi Beilin, dijo que se había apreciado que los actuales negociadores sirios tienen "un mandato más amplio" para conversar que otras delegaciones anteriores de ese país. "Por ahora es posible hablar de una atmósfera positiva, de una impresión de que existe un mandato para negociar seriamente. Si esto conduce a algún acuerdo en las conversaciones, es algo que es imposible saber todavía", manifestó Beilin.

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El ministro de Exteriores israelí, Ehud Barak, por su parte, advirtió que no se debe esperar que las negociaciones con Damasco finalicen rápidamente.

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