El Club de Roma expone su informe de la 'capacidad de gobernar'

El Club de Roma presentó ayer en Bilbao su último informe La capacidad de gobernar, por boca de su autor, el profesor de ciencias políticas vienés, afincado en Israel, Yehezkel Dror. El acto organizado por la Fundación BBV y la asociación Amigos de la Unesco País Vasco, reunió a representantes del mundo financiero periodístico y educativo vasco que debatieron a puerta cerrada junto a Yehezkel Dror el contenido del documento. Editado en 1994, el informe se presentó ayer oficialmente en España en un seminario moderado por el presidente del Club de Roma Ricardo Díez Hochleitner y presidíd...

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El Club de Roma presentó ayer en Bilbao su último informe La capacidad de gobernar, por boca de su autor, el profesor de ciencias políticas vienés, afincado en Israel, Yehezkel Dror. El acto organizado por la Fundación BBV y la asociación Amigos de la Unesco País Vasco, reunió a representantes del mundo financiero periodístico y educativo vasco que debatieron a puerta cerrada junto a Yehezkel Dror el contenido del documento. Editado en 1994, el informe se presentó ayer oficialmente en España en un seminario moderado por el presidente del Club de Roma Ricardo Díez Hochleitner y presidído por la consejera de cultura María Carmen Garmendia.La capacidad de gobernar incluye un protomodelo que establece que "la gobernación debe ser moral, consensuada, dinámica, profunda,- estudiosa y creativa, pluralista y terminante". Desde esta perspectiva, Dror defendió ayer en Bilbao el rediseño de la gobernación por medio de la formación de una élite de políticos ilustrados que asesoren a los gobernantes y la necesidad de ilustrar al pueblo, "que está mal equipado para ejercer una mayor cantidad de poder en cuestiones políticas complejas".

Según señala el informe, las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) deben jugar un, papel clave en el estudio de las perspectivas globales. Dror atacó la corrupción, como símbolo del "descuido de los requisitos morales" y apuntó medidas de control para atacar el fenómeno. "No se pueden entender los derechos humanos si no van acompañados de deberes", señaló, y se mostró partidario de que los políticos pierdan "el derecho a la intimidad" para evitar estas situaciones de abuso.

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