El ministerio dispuesto a solucionar el colápso judicial

El secretario general del Ministerio de Justicia, Fernando Escribano Mora, se puso en contacto ayer con el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, José Mateos, para abrirse al diálogo e intentar buscar una solución al colapso que sufren los 65 juzgados de primera instancia que hay en la capital, según informó ayer un portavoz del ministerio.Este ofrecimiento de diálogo se produce tras la decisión de la Junta de Jueces de Primera Instancia de Madrid de retrasar, a partir del día 14, la tramitación de un 30% de las demandas que arriben diariamente el decanato de la plaza de Casti...

El secretario general del Ministerio de Justicia, Fernando Escribano Mora, se puso en contacto ayer con el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, José Mateos, para abrirse al diálogo e intentar buscar una solución al colapso que sufren los 65 juzgados de primera instancia que hay en la capital, según informó ayer un portavoz del ministerio.Este ofrecimiento de diálogo se produce tras la decisión de la Junta de Jueces de Primera Instancia de Madrid de retrasar, a partir del día 14, la tramitación de un 30% de las demandas que arriben diariamente el decanato de la plaza de Castilla. Es decir, de paralizarlas durante 24 horas para llamar la atención sobre el agobio de trabajo que sufren desde hace años.

Los magistrados de lo civil de Madrid llevan mucho tiempo quejándose de que están agobiados de trabajo. Pero aseguran que la situación ha llegado ya a una etapa "terminal". Según ellos, cada año reciben del orden de 1.200 asuntos, y ponen unas 900 sentencias, el triple de lo recomendado por el Consejo General del Poder Judicial.

Este exceso de trabajo les impide tener el tiempo y sosiego suficientes como para razonar adecuadamente sus dictámenes. Los magistrados, en una conferencia de prensa que ofrecieron el pasado lunes cuatro de ellos, encabezados por la juez decana de Madrid, Manuela Carmena, anunciaron que mantendrían la ralentización de asuntos indefinidamente mientras no se ofrezcan soluciones que permitan descongestionar sus órganos judiciales.

Congestión que perjudica a los usuarios, que se ven obligados a esperar muchos meses -incluso años- antes de conseguir que el juez pueda pronunciarse sobre sus litigios.