Salanueva, condenada a cuatro años por comprar cuadros a bajo precio en nombre de la Reina

Carmen Salanueva, directora general del Boletín Oficial del Estado desde abril de 1984 hasta el 31 de mayo de 1991, ha sido condenada a cuatro años de prisión por estafa continuada. Según la sentencia de la juez Lucía Torroja, Salanueva, que este mes cumple 47 años, compró cuadros a bajo precio simulando que lo hacía por encargo de la Reina y de Carmen Romero, esposa del presidente del Gobierno, Felipe González. La condenada queda inhabilitada, además, para todo cargo público y derecho de voto durante los cuatro años. Sin embargo, Salanueva, que está también procesada por un presunto fraude mi...

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Carmen Salanueva, directora general del Boletín Oficial del Estado desde abril de 1984 hasta el 31 de mayo de 1991, ha sido condenada a cuatro años de prisión por estafa continuada. Según la sentencia de la juez Lucía Torroja, Salanueva, que este mes cumple 47 años, compró cuadros a bajo precio simulando que lo hacía por encargo de la Reina y de Carmen Romero, esposa del presidente del Gobierno, Felipe González. La condenada queda inhabilitada, además, para todo cargo público y derecho de voto durante los cuatro años. Sin embargo, Salanueva, que está también procesada por un presunto fraude millonario en la compra de papel prensa del BOE, no ingresará de momento en prisión.

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Los abogados de Carmen Salanueva se apresuraron ayer a anunciar que recurrirán la sentencia que la condena por hacerse con cuadros valorados en 13,7 millones de pesetas. Con ello conseguirán que el fallo quede en suspenso hasta que la Audiencia de Madrid se pronuncie.Según la titular del Juzgado de lo Penal número 24 de Madrid, la conducta de Salanueva constituye un delito continuado de estafa especialmente agravada por el valor de la defraudación y producida traficando con supuestas influencias. Las obras fueron halladas por la policía en un registro practicado en el chalé de Salanueva. La juez considera fundamental en la trama engañosa urdida por Salanueva su condición de directora general, "unida a su supuesto conocimiento de Su Majestad la Reina y doña Carmen Romero", que la revestían "de una especial autoridad en sentido moral, que indujo a sus víctimas a depositar en ella su confianza".

Carmen Salanueva, según la sentencia, trabó amistad con la galerista María Luisa Gurrea, propietaria de la madrileña galería Sokoa, a quien comentó que a la esposa del presidente del Gobierno le encantaba la obra del pintor Fernando Rivero, por lo que ambas visitaron el estudió del artista para que Salanueva escogiera un cuadro.

La condenada se identificó ante Rivero como directora general del BOE y dijo que Carmen Romero no había podido acompañarlas como hubiera sido su deseo. En el estudio, Salanueva escogió el cuadro Balanza con uvas, valorado en 1,8 millones, que la acusada abonó.

Regalo a Carmen Romero

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El pintor recibió después una llamada de alguien que se identificó como Carmen Romero para invitarle a La Bodeguilla, ante lo cual pintó el cuadro Capullo de Rosa, valorado en 700.000 pesetas, para regalárselo. También pinto otro, titulado Nueces, para Salanueva en agradecimiento a sus gestiones. Rivero pintó asimismo Un tazón de uvas, valorado en 800.000 pesetas, que pensaba regalar a Carmen Romero en su visita a La Moncloa.

Tiempo después, Salanueva hizo llegar al pintor, a través de María Luisa Gurrea, el deseo de la reina Sofía de regalar uno de sus cuadros al Rey, con motivo de su onomástica. Según la sentencia, Rivero, como no tenía ninguno disponible digno del Monarca, pidió a su padre, el orfebre Carlos Rivero, que regalara a don Juan Carlos un bajorrelieve con el perfil del monarca en plata repujada y cincelada, obra valorada en 300.000 pesetas.

Previo aviso de Salanueva, el pintor también recibió en su estudio la llamada de una mujer que se identificó como doña Sofía y que le agradeció el regalo y le encargó un cuadro para el cumpleaños del Rey, en el mes de enero de 1990. En diciembre de 1989, Rivero pintó tres obras que fueron retiradas de su estudio para una supuesta elección en La Zarzuela. Resultó elegido el llamado Violín y cuadernillo de música, valorado en tres millones pero que el pintor vendió en un millón al habérsele indicado que éste era el presupuesto que tenía la Reina. Por el mismo procedimiento, Salanueva se hizo con un cuadro de Antonio Morano.

Además, Salanueva solicitó a la propietaria de la galería Sokoa que convenciese a artistas que exponían en la misma para que donasen obras para una exposición itinerante de pintura española en el Museo de Arte Contemporáneo y en la Casa de España en Nueva York, con motivo del Quinto Centenario. Salanueva garantizó que las obras pasarían luego al Patrimonio Nacional y serían expuestas en el museo Reina Sofía. La exposición nunca llegó a celebrarse, pero Salanueva consiguió que Rivero y otros tres pintores le entregaran sus obras.

La juez deniega la indemnización de 20 millones solicitada por el pintor Fernando Rivero porque la restitución de los cuadros ya se produjo en la fase de instrucción. La magistrada añade que no consta que a la acusada se le haya entregado el millón, de pesetas que pagó por el Violín y cuadernillo de música al ser devuelto el cuadro a su autor.

Rivero anunció a Efe un posible recurso. "Lo haré", dijo, "porque se ha jugado con mi inocencia. He sido un estúpido y hay que proteger a los estúpidos para que no se juegue con su sensibilidad".

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