La crisis económica pone en peligro la continuidad de 'El espectador'

Abanderado de la independencia en el periodismo colombiano

Sobre El Espectador, el diario más antiguo y el segundo más influyente de Colombia, se cierne una aguda crisis económica que de no superarse, pondría en riesgo la circulación del periódico fundado hace 108 años y en cuya redacción se dio a conocer como reportero y cronista Gabriel García Márquez. La empresa editora simboliza para muchos la independencia del ejercicio del periodismo.

La familia Cano Isaza, propietaria del periódico, tiene la certeza de que "hay intereses extraños" que quieren bloquearlo, retirando la contratación publicitaria. Así lo afirma Alfonso Cano, el gerente de la...

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Sobre El Espectador, el diario más antiguo y el segundo más influyente de Colombia, se cierne una aguda crisis económica que de no superarse, pondría en riesgo la circulación del periódico fundado hace 108 años y en cuya redacción se dio a conocer como reportero y cronista Gabriel García Márquez. La empresa editora simboliza para muchos la independencia del ejercicio del periodismo.

La familia Cano Isaza, propietaria del periódico, tiene la certeza de que "hay intereses extraños" que quieren bloquearlo, retirando la contratación publicitaria. Así lo afirma Alfonso Cano, el gerente de la publicación, que reconoce un pasivo de 10 millones de dólares en manos de seis bancos.En 1995 el papel, que significa entre 35% y 40% del costo del diario y se importa de Canadá y de Chile, subió un 60%; esto, sumado a la devaluación del 20%, disparó los costos de los 150.000 ejemplares que en promedio circulan diariamente, en medio de una situación general de recesión en la que Ios primeros recortes en publicidad siempre afectan al segundo y no al primero", explica Cano, que cree, a pesar de todo, que la situación "es sorteable"

Desde este diario se libró una tenaz campaña de denuncia contra el Grupo Gran CoIombiano, encabezado por el posteriormente detenido y condenado banquero Jaime Michelsen, acusado de defraudar a miles de ahorradores. Muchas de las empresas que entonces se retiraron como anunciantes no han regresado, después de 20 años.

La cruzada moral contra el narcotráfico le costo, en 1986, la vida a su director Guillermo Cano, que fue asesinado. Las instalaciones del periódico fueron dinamitadas en 1989.

A raíz de la ofensiva narcoterrorista, El Espectador fue objeto de una campaña mundial con la que recaudó 2,4 millones de dólares que aceptó no como donación, sino como un préstamo, según la gerencia del diario. Si no hubiera sido por esa ayuda, El Espectador habría dejado de existir.

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