La variable molécula del 'amor'

Las drogas de diseño están arrinconando a la heroína y la cocaína en los círculos de iniciación juvenil. Gran parte de este incremento se debe al éxtasis o pastilla del amor. Este compuesto, metilen-dioxi-metanfetamina (MDMA) para los químicos, fue desarrollado en 1914 por un laboratorio alemán como inhibidor del apetito. Nunca fue comercializado. Su reaparición en los anales médicos data de los años setenta, cuando los psiquiatras estaounidenses comenzaron a utilizarlo en las psicoterapias para favorecer la comunicación.Pero es en la década siguiente cuando el éxtasis salta del diván a...

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Las drogas de diseño están arrinconando a la heroína y la cocaína en los círculos de iniciación juvenil. Gran parte de este incremento se debe al éxtasis o pastilla del amor. Este compuesto, metilen-dioxi-metanfetamina (MDMA) para los químicos, fue desarrollado en 1914 por un laboratorio alemán como inhibidor del apetito. Nunca fue comercializado. Su reaparición en los anales médicos data de los años setenta, cuando los psiquiatras estaounidenses comenzaron a utilizarlo en las psicoterapias para favorecer la comunicación.Pero es en la década siguiente cuando el éxtasis salta del diván a las aulas y se populariza entre los estudiantes, quienes lo toman con fines hedonistas -los científicos niegan su efecto afrodisiaco Poco duró esta época dorada. En 1985, la DEA, el poderoso departamento estadounidense de lucha contra la droga, lo anatematiza como sustancia de alto riesgo. Su extensión, sin embargo, ya es imparable. En España, la primera intervención judicial se remonta en 1987. Lugar: Ibiza. Desde ahí se expande, al trote de la polémica, por las diferentes rutas del bakalao hasta Madrid. Se trataba de una novedad de la que, por aquel entonces, nadie sabía a ciencia cierta cuál era su potencial lesivo. La confusión redobló en 1993, cuando una sentencia de la Audiencia Nacional la calificó de "no gravemente tóxica".. Este dictamen vino a echar más leña a una discusión ya enturbiada por las caleidoscópicas variaciones que permite su molécula. Las mismas que sin cesar se lanzan al mercado -como el GHB, el cat o el cásper- y cuyos diversos efectos ponen una y otra vez patas arriba los análisis médicos. Un don proteico detrás del que, sin embargo, muchos expertos aseguran haber visto un rostro feroz, capaz de generar trastornos psicóticos, cardiacos y de memoria.

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