Editorial:

Presupuestos para Andalucía

LA PRESENTACIÓN, en el último minuto, de una enmienda a la totalidad por parte de Izquierda Unida (IU) amenaza con dejar de nuevo sin presupuestos a Andalucía. El preacuerdo anunciado a comienzos de mes entre el PSOE e IU -única combinación capaz de sacar adelante las cuentas, de la Comunidad- ha quedado en suspenso, y no se percibe otra salida que la convocatoria adelantada de elecciones, con la dificultad que supone un calendario en el que ya existe otra cita con las urnas: la de marzo para las generales. La otra hipótesis, volver a prorrogar unos presupuestos que ya lo fueron el año ...

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LA PRESENTACIÓN, en el último minuto, de una enmienda a la totalidad por parte de Izquierda Unida (IU) amenaza con dejar de nuevo sin presupuestos a Andalucía. El preacuerdo anunciado a comienzos de mes entre el PSOE e IU -única combinación capaz de sacar adelante las cuentas, de la Comunidad- ha quedado en suspenso, y no se percibe otra salida que la convocatoria adelantada de elecciones, con la dificultad que supone un calendario en el que ya existe otra cita con las urnas: la de marzo para las generales. La otra hipótesis, volver a prorrogar unos presupuestos que ya lo fueron el año pasado, es teóricamente posible, pero totalmente absurda a la vista de la situación de Andalucía, plagada de necesidades que no dejan de invocar los mismos que sistemáticamente encuentran pretextos para dejar las cosas como están.La condición impuesta este año por IU para negociar los presupuestos ha sido el reconocimiento y cuantificación de la llamada "deuda histórica", fórmula con la que se conoce la disposición adicional segunda del estatuto andaluz. Dicha disposición dice que los Presupuestos Generales del Estado consignaran unos fondos excepcionales de financiación, dadas las "circunstancias socioeconómicas de Andalucía que impiden la prestación de un nivel mínimo en alguno o algunos de los servicios transferidos".

Sólo en una ocasión incluyeron los presupuestos andaluces una partida justificada en nombre de esa disposición. La cosa acabó mal. Contabilizada como un ingreso sin haber negociado su cuantía con Hacienda, el dinero no llegó, ocasionando un considerable agujero presupuestario. Ahora, Chaves ha llegado a un acuerdo con el líder de IU en Andalucía, Luis Carlos Rejón, para incluir una partida de 51.000 millones de pesetas en concepto de la tal "deuda histórica", comprometiéndose a gestionarla ante Madrid.

Parecía que ello permitiría aprobar al fin unos presupuestos, pero la cosa se ha enredado. El problema es ahora el aval: la garantía de que ese dinero llegará a Andalucía. Chaves ofrece tres posibilidades: proposicion no de ley del Grupo Socialista en el Congregó respaldando la petición; apoyo público del Gobierno a través de su portavoz; compromiso escrito del ministro de Economía Luis Carlos Rejón rechaza las tres y sólo acepta un aval jurídico: que sea la comisión mixta Gobierno-Junta de Andalucía la que dé el visto bueno, algo que Chaves considera jmposible. Así que, en el úItimo momento, IU ha presentado una enmieda a la totalidad al proyecto dei ley de presupuestos andaluces.

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Toda esta agotadora discusión se ha realizado en medio de declaraciones verborreicas y escenas más dignas de sainete que del Parlamento de una comunidad con casi el 20% de población activa en paro y con una sequía que obliga a imponer restricciones de 10 horas en ciudades como Sevilla. De una comunidad afectada por el anuncio de la reestructuración del sector pesquero en un plazo de cuatro años y soliviantada por los acuerdos agrícolas con Marruecos. Chaves cometió un gran error al dar a entender durante meses que era posible una nueva prórroga de los presupuestos andaluces. Sólo el convencimiento de que la falta dé acuerdo conlleva la llamada a, las urnas obligará a Izquierda Unida a pensar seriamente si le merece la pena tensar todos los días la cuerda de su enfrentamiento con los socialistas. Si no le conviene, como parece probable, debería darse prisa en retirar su rechazo. No vaya a ser que ras elecciones andaluzas coincidan con las generales y se encuentre con que el cabeza de lista por Sevilla es Felipe González.

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