Los partidos perdedores intentan descalificar las elecciones de Guatemala

Los numerosos partidos perdedores en las elecciones de Guatemala (14 de los cuales se quedan sin voz, entre ellos la ultraderecha en pleno) han lanzado una violenta campaña para desacreditar unos comicios calificados de impecables por los observadores internacionales. El Tribunal Supremo Electoral (TSE) concluyó ayer el recuento de los votos, atribuyendo a Álvaro Arzú, del Partido de Avanzada Nacional (PAN), el 36,55% de los votos, y el 22,11% a Alfonso Portillo, del Frente Republicano Guatemalteco (FRG), con cuyos resultados ambos disputarán la presidencia en una segunda vuelta.

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Los numerosos partidos perdedores en las elecciones de Guatemala (14 de los cuales se quedan sin voz, entre ellos la ultraderecha en pleno) han lanzado una violenta campaña para desacreditar unos comicios calificados de impecables por los observadores internacionales. El Tribunal Supremo Electoral (TSE) concluyó ayer el recuento de los votos, atribuyendo a Álvaro Arzú, del Partido de Avanzada Nacional (PAN), el 36,55% de los votos, y el 22,11% a Alfonso Portillo, del Frente Republicano Guatemalteco (FRG), con cuyos resultados ambos disputarán la presidencia en una segunda vuelta.

Las víctimas principales de la campaña de los perdedores son la formación ganadora, el Partido de Avanzada Nacional, con el abogado Álvaro Árzú a la cabeza, y el propio Gobierno, que preside Ramiro de León Carpio. Arzú, representante de la derecha modernizadora y pragmática, encarna la continuidad del proyecto reformador impulsado por De León.Una nota anónima culpaba ayer al Estado Mayor Presidencial de haber provocado un sospechoso apagón ocurrido en la madrugada del domingo, después de la votación, que dejó al país en las tinieblas e interrumpió durante dos horas el escrutinio, para generar un fraude a favor del PAN y de haber comprado a los informáticos del Tribunal Supremo Electoral.

El comunicado intenta así poner en la picota a dos instituciones claves en el proceso democralizador: el Estado Mayor, guardia pretoriana de Ramiro de León, que concentra a los oficiales más progresistas del Ejército, y el Tribunal Electoral, una de las entidades de mayor credibilidad.

A pesar de contar con todos los argumentos a su favor, el Gobierno no ha contribuido a disipar las dudas sobre el apagón y, ante la incredulidad generalízada, culpa a un rama caída sobre el sistema de conducción eléctrica.

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