González explicará el 8 de noviembre en el su conversación con el abogado de Conde y Perote

Como ya viene siendo habitual cuando la oposición reclama la comparecencia en el Parlamento de Felipe González, éste acaba haciéndolo semanas después, con lo que da pie a sus contrincantes a decir que el presidente del Gobierno, llega "a rastras" y "a la fuerza". Esto ocurrió ayer cuando se supo que el jefe del Ejecutivo acudirá el 8 de noviembre al Pleno de la Cámara para explicar la conversación que mantuvo el 23 de junio en La Moncloa con Jesús Santaella, abogado del ex presidente de Banesto Mario Conde y del ex número dos del Cesid Juan Alberto Perote.

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Como ya viene siendo habitual cuando la oposición reclama la comparecencia en el Parlamento de Felipe González, éste acaba haciéndolo semanas después, con lo que da pie a sus contrincantes a decir que el presidente del Gobierno, llega "a rastras" y "a la fuerza". Esto ocurrió ayer cuando se supo que el jefe del Ejecutivo acudirá el 8 de noviembre al Pleno de la Cámara para explicar la conversación que mantuvo el 23 de junio en La Moncloa con Jesús Santaella, abogado del ex presidente de Banesto Mario Conde y del ex número dos del Cesid Juan Alberto Perote.

, El Gobierno y el PSOE niegan que González asista al Parlamento obligado. Alegan que antes de irse a la cumbre iberoamericana de Bariloche ya comunicó a los suyos que acudiría a la Cámara en la primera fecha que le permitiera su agenda de viajes.No pensaba la oposición ayer que el ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, se lo iba a poner tan fácil. En la sesión de la Junta de Portavoces se volvió a re petir, como la semana anterior, la petición de que González compareciera para explicar su conversa ción con Santaella. Es más, el Grupo Popular recordó que días antes solicitó al Gobierno que diera cuenta de la agenda del presidente hasta el próximo 31 de diciembre, a efectos de colaborar con él para buscar una fecha en la que pudiera acudir a la Cámara. Pérez Rubalcaba informó que los días 7 y 8 de noviembre podría n ser los adecuados. Rosa Aguilar, portavoz de IU-IC, tomó la palabra y pidió que se acordara una fe cha definitiva. Posteriormente, el secretario general de Relaciones con las Cortes, Enrique Guerrero, resolvió la duda: será el día 8.

Así acabó la parte formal de la fijación de la fecha. Pero cuando los portavoces llegaron a los pasillos del Congreso, empezaron las, apreciaciones políticas, todas en contra del Gobierno. "Tarde", mal", "a rastras a la fuerza", fueron expresiones que brotaron de los portavoces para dar a en-. tender que González acudirá a la fuerza presionado por la pertinaz insistencia de la oposición. El portavoz del PNV, Iñaki Anasagasti, rememoró incluso sus propios pronósticos cuando auguró que, finalinente, González acabaría compareciendo, con lo que pudo haberse evitado las duras críticas que recibió por ampararse en el ministro de Justicia e Interior Juan Alberto Belloch, que fue quién explicó las conversaciones con Santaella hace dos semanas en el pleno del Congreso. Esta comparecencia motivó un plante de la oposición.

Rosa Aguilar abundó en esa opinión, y lo mismo hizo el portavoz de CiU, Joaquim Molins, quien, no obstante, fue más mesurado en el tono y en los adjetivos. El presidente del Grupo Socialista, Joaquín Almunia, se limitó a constatar la próxima comparecencia del Gobierno para estos asuntos.

En fuentes gubernamentales, así como de la dirección del PSOE, se asegura que antes de que González partiera hacia la cumbre iberoamericana de Bariloche comunicó a unos pocos su intención de explicarse en el Congreso. El secretario de organización del PSOE, Cipriá Ciscar, lo comentó en los pasillos con toda naturalidad. La agenda del presidente sigue llenándose cada día y hasta el 8 de, noviembre no estará libre. Cuando regrese esta semana de Bariloche y Brasil, González asistirá en Nueva York a la conmemoración. del 50 aniversario de la ONU. Inmediatamente después viajará a Túnez.

Las mismas fuentes indican que, si bien la imagen puede ser que González acude al Parlamento azuzado por la oposición, no es así como lo ve el interesado. González quiso que fuera. Belloch el primero en dar la cara, al igual que tuvo muy claro en julio pasa do que debía ser el entonces vicepresidente, Narcís Serra, quien primero explicase la sustracción de los papeles del Cesid, para luego ser él mismo, pasado un tempo, el que compareciese.

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