Tansu Çiller renueva su coalición con parte de la izquierda turca

Los círculos europeos de Bruselas y los mercados turcos respiraron ayer ante la última maniobra de la primera ministra, Tansu Çiller. La líder del conservador Partido de la Recta Vía (PRV), europeísta e impulsora de la austeridad económica, logró un "acuerdo de principio" con su penúltimo socio de Gobierno, el socialdemócrata Partido Republicano del Pueblo (PRP), para recomponer la coalición muerta el 20 de septiembre. Si el presidente Suleimán Demirel bendice el arreglo, la unión aduanera con la Unión Europea (UE) se salvará.

Çiller perdió el domingo la votación de confianza parlamenta...

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Los círculos europeos de Bruselas y los mercados turcos respiraron ayer ante la última maniobra de la primera ministra, Tansu Çiller. La líder del conservador Partido de la Recta Vía (PRV), europeísta e impulsora de la austeridad económica, logró un "acuerdo de principio" con su penúltimo socio de Gobierno, el socialdemócrata Partido Republicano del Pueblo (PRP), para recomponer la coalición muerta el 20 de septiembre. Si el presidente Suleimán Demirel bendice el arreglo, la unión aduanera con la Unión Europea (UE) se salvará.

Çiller perdió el domingo la votación de confianza parlamentaría a su intento de original Gobierno minoritario, confeccionado con su propio partido y retazos independientes y de extrema derecha nacionalista. Una combinación que falló por su propia base (varios de los 177 diputados de su PRV) y por las dos patas de la izquierda socialdemócrata: el Partido de Izquierda Democrática, del ex primer ministro Bulent Ecevit (10 escaños), que exigía un pacto con los funcionarios en huelga, y el PRP de Deniz Baykal, que había roto la coalición alegando que Çiller no llevaba hasta el fondo la política de profundizar en los derechos humanos. Y la primera ministra pidió elecciones anticipadas.Pero ayer, poco antes de entrevistarse con el presidente Suleimán Demirel, en teoría para comunicarle su incapacidad de formar Gobierno, anunció que había llegado a un "acuerdo de principio" con Baykal para recomponer la última coalición efectiva, con objeto de "no dejar al país sin Gobierno". ¿Qué había ocurrido? Que entre la votación de anteayer y la visita al presidente de ayer había dimitido de su puesto el jefe de policía Necdet Menzir. Éste, de la línea dura, había sido el causante de la ruptura de la coalición el 20 de septiembre al criticar públicamente al ministro socialdemócrata de los Derechos Humanos. El partido de Baykal había exigido, sin éxito, su renuncia, para recomponer la coalición. La dimisión, aunque post mortem, ha llegado.

Antes del anuncio de la nueva posible coalición -que debe ser aprobada por Demirel y ratificada en el Parlamento- la caída de la lira turca y el nerviosismo en los mercados indicaron a las claras el sentimiento de la comunidad financiera. Ésta expresó así su temor de que las elecciones con un Gobierno débil impidieran realizar, en plena campaña, las reformas democráticas pendientes, sobre todo el cambio del artículo 8 de la ley antiterrorista, a tiempo para que el Parlamento Europeo ratificase la unión aduanera Turquía-UE. Dichas reformas constituyen la condición impuesta por la Eurocámara.

El giro de Çiller es espectacular. Su ministro de Exteriores en el Gabinete minoritario, Coskuri Kirca, aseguraba horas antes a varios periodistas europeos: "Creemos en la unión aduanera, y el Gobierno irá en la reforma tan rápido como pueda". Si Çiller logra los plácemes presidencial y parlamentario a la recomposición de la anterior coalición, aunque se adelanten las elecciones, podrá acelerar y ultimar las reformas. Simplemente, porque el antiguo nuevo aliado, el PRP, es aún más decidido partidario de la reforma y la alianza con Europa que la primera ministra. Uno de los dirigentes de su ala minoritaria, el ex ministro de Exteriores Murat Karayalçin, declaraba a este diario que es partidario de "más reformas en el futuro", como cambiar la Constitución heredada de los militares y dar derechos culturales a los kurdos.

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