Un anuncio forzado

La tormenta financiera que estos días se ha abatido sobre México llega en el peor momento para el presidente Ernesto Zedillo, que la semana próxima inicia en Washington su primera visita oficial a EEUU. El presidente mexicano había reservado para el otoño este encuentro con su principal socio político y económico, que le salvó por el pescuezo de la quiebra con un crédito de 20.000 millones de dólares, precisamente para poder mostrar un país medianamente arreglado y en vías de salir de la crisis, según fuentes próximas al Gobierno. Las turbulencias de estos días le han estropeado el plan.La Adm...

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La tormenta financiera que estos días se ha abatido sobre México llega en el peor momento para el presidente Ernesto Zedillo, que la semana próxima inicia en Washington su primera visita oficial a EEUU. El presidente mexicano había reservado para el otoño este encuentro con su principal socio político y económico, que le salvó por el pescuezo de la quiebra con un crédito de 20.000 millones de dólares, precisamente para poder mostrar un país medianamente arreglado y en vías de salir de la crisis, según fuentes próximas al Gobierno. Las turbulencias de estos días le han estropeado el plan.La Administración estadounidense también tenía interés en que Zedillo no llegase con las manos vacías. Bill Clinton a sumió un coste político cuando aprobó por decreto su paquete de ayuda contra un Congreso dominado por los republicanos y mayormente en contra. Por eso necesitaba poder presentar ante su opinión pública un México salvado de las aguas. No ha podido ser. Así que los estadounidenses han recurrido a otra estratagema: anunciar que México comienza a devolver créditos.

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La treta funcionó. Ernesto Zedillo, que no tenía previsto realizar este prepago, según fuentes oficiales mexicanas, acabó aceptando la "sugerencia" y el juevés anunció que devolvería 700 millones de dólares.

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