Redada por el triple crimen de Alcalá

La Brigada Provincial de Policía Judicial puso anoche cerco en Madrid y Alcalá de Henares a los supuestos autores del triple crimen de Alcalá, según fuentes cercanas a la investigación. La operación, en la que participaron al menos 10 agentes, duró todo el día. Al caer el sol, fueron detenidos tres sospechosos presuntamente relacionados con el asesinato, siempre según las citadas fuentes. Pero la búsqueda continuó en pos de otros 11 implicados -también en Valencia-, de los que al cierre de esta edición aún no se había confirmado su captura. La red que se pretendía desarticular está supuestamen...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La Brigada Provincial de Policía Judicial puso anoche cerco en Madrid y Alcalá de Henares a los supuestos autores del triple crimen de Alcalá, según fuentes cercanas a la investigación. La operación, en la que participaron al menos 10 agentes, duró todo el día. Al caer el sol, fueron detenidos tres sospechosos presuntamente relacionados con el asesinato, siempre según las citadas fuentes. Pero la búsqueda continuó en pos de otros 11 implicados -también en Valencia-, de los que al cierre de esta edición aún no se había confirmado su captura. La red que se pretendía desarticular está supuestamente relacionada con el tráfico de drogas. Las diligencias del caso instruidas por el Juzgado de Instrucción número 1 de Alcalá (le Henares, han sido declaradas secretas.El pasado 16 de agosto, las tres víctimas -Ignacio Rives Recher, gandiense de 47 años; José Luis Izquierdo, carnicero valenciano de 28, y un camerunés sin identificar- fueron acribilladas a balazos y después calcinadas con gasolina dentro de un coche abandonado al pie del monte Gurugú, en un recóndito barranco de Alcalá (166.000 habitantes). Los cuerpos, en el asiento de atrás y con los brazos hacia delante, quedaron irreconocibles.

El vehículo, un Volkswagen Golf blanco, había sido robado la víspera en el distrito de Chamartín. Entre los restos, se descubrió una prótesis dental y una medalla.

La investigación sobre el triple crimen se desató después de que una Unidad Antiterrorista, en un control de rutina, descubriese en el aparcamiento de la madrileña plaza del Carmen un R-19 que llevaba varios días abandonado. Las pesquisas demostraron que era propiedad de uno de los fallecidos.

Con esta pista, se llegó hasta Valencia -donde el 14 de agosto se vio por última vez con vida a las víctimas- La familia de Rives, un constructor arruinado, identificó una medalla y. una prótesis dental que habían quedado en el vehículo.

Las primeras hipótesis policiales relacionaron el crimen con una represalia por pagar con. dinero falso -supuestamente 50 millones de dólares- una entrega de droga. Los investigadores han negado que el asesinato tuviese nada que ver con el cartel de Cali, por el contrario, lo vinculan a una banda española.

La acción de ayer, cuya ejecución estaba prevista desde principios de semana, se desarrolló en el más absoluto mutismo.

Así, el jefe del Grupo de Homicidios de la Policía Judicial negó ayer tajantemente que hubiese ninguna operación en marcha contra los autores del triple crimen.

Sobre la firma

Archivado En