Sexo, mentiras y otros problemas en Internet

(Nota editorial: pedimos a los lectores que escriben a Bill Gates que proporcionen sus nombres, ciudades y países de. origen, La información será incluida en la columna).Pregunta. Soy un profesor de informática. Hemos intentado obtener una Conexión con Internet en nuestra escuela, pero algunos administradores no quieren contratar el servicio pues carece de regulaciones y temen que se filtre pornografía en la red. Yo creo que los beneficios de Internet superan a los problemas. ¿Cuál es su opinión? (Ennio Fano Reyes, Guadalajara, México). Preguntas acerca de la necesidad de la regulación ...

(Nota editorial: pedimos a los lectores que escriben a Bill Gates que proporcionen sus nombres, ciudades y países de. origen, La información será incluida en la columna).Pregunta. Soy un profesor de informática. Hemos intentado obtener una Conexión con Internet en nuestra escuela, pero algunos administradores no quieren contratar el servicio pues carece de regulaciones y temen que se filtre pornografía en la red. Yo creo que los beneficios de Internet superan a los problemas. ¿Cuál es su opinión? (Ennio Fano Reyes, Guadalajara, México). Preguntas acerca de la necesidad de la regulación y autorregulación de Internet fueron formuladas por muchas otras. personas, incluido César Hernando, de Madrid (España).

Respuesta. Los beneficios son bastante superiores a los problemas, pero eso no significa que los problemas deban ser descartados. Es cierto que en la actualidad un niño no supervisado por sus padres puede encontrar en Internet todo lo imaginable, desde información fascinante y opiniones, hasta mentiras, diatribas y pornografía. En consecuencia, cada padre y cada escuela deben sopesar el grado de acceso que desean ofrecer y cuanta supervisión se requiere.

Afortunamente, la situación mejorará con el tiempo, a medida que crezca la cantidad de información y el entretenimiento de alta calidad, y que se desarrollen mecanismos que ayuden a segregar ciertas clases de contenidos a personas que no deben o no quieren encontrarlos.

Las viejas reglas y distinciones no pueden aplicarse. No se trata de algo como el teléfono, donde se habla con una persona y uno puede decir prácticamente todo lo que se le antoja. Pero tampoco es como un periódico, donde existen un.sentido de profesionalismo y una clara responsabilidad por lo que se publica.

MSN (siglas en inglés de la Red Microsoft), que es una parte de Internet, piensa declarar a quién considera el editor de la información que se propaga, en cualquier contexto. Tendremos partes de MSN publicadas por Microsoft, partes que publicarán otros proveedores. y partes donde un 'individuo (sea o no identificable) será el editor.

Por ejemplo, tenemos una guía de películas on line (de acceso a través del modem) denominada Cinemanía. Se trata de información que nosotros publidanicamos. Pero cuando uno se encuentra en una sala de charla, donde se mezclan comentarios de millares de personas, cada comentario pertenece al individuo que lo hizo. Él es el editor.

Determinar quién es el que publica una información determinada puede ser un problema difícil de resolver, pues la comunicación on line es un nuevo medio, y es global. No, sólo los Gobiernos de diferentes países tienen puntos de vista diferentes acerca de lo que es apropiado. También tienen puntos de vista diferentes acerca de las relaciones entre el, emisor de un mensaje y aquellos que podrían haber jugado algún papel como intermediarios o difusores del mismo.

Eventualmente, espero que cualquier persona que publique información en una red de comunicaciones la categorice de una forma acordada de antemano, a fin de indicar su naturaleza.

A fin de que esto sea eficaz, las fuentes de información en una red de comunicaciones deber ser auténticas para que personas y empresas puedan hacerse responsables de la información que distribuyen electrónicamente.

En la actualidad no existe tal protección. Lo sé muy bien, pues muchas personas se hacen pasar por mí en el correo electrónico. Los impostores pueden hacer cosas increíblemente desagradables, como prometer empleos o dinero en mi nombre, o criticar, por ejemplo, a Apple Macintosh. Este tipo de broma pesada causa daño, pero no hay manera de descubrir quién la comete. No estoy sugiriendo que debamos eliminar todas las, formas de anonimato. Puedo imaginar comunidades electrónicas donde se permita de todo sin que resulte posible trazar el origen real de la información o verificar su autenticidad. Si, por ejemplo, una persona ingresa en esa comunidad, (decidiendo leer la información anunciada allí) a su riesgo, y si la gente dice cosas insultantes o mentiras, el único recurso es que la persona ofendida ejerza el derecho a réplica en el mismo foro.

Los adultos que acepten las reglas del juego deben tener permiso para participar en esta clase de comunidad, pero no los niños . Esto nos lleva de regreso a la pregunta original: ¿deben tener los niños acceso a Internet?

Si tuviese niños, no les dejaría revisar lo que ofrece Internet sin supervisión. Pero tampoco les negaría el acceso. Internet es demasiado importante para ignorar o eludir.

P. ¿Cree que programas de ordenador tales como OpenDoc y OLE, que se centran específicamente en documentos, lograrán reemplazar programas monolíticos? (Scott Anderson, San Francisco).

R. Creo que no. Uno puede adquiri repuestos de vehículos y con ellos fabricar un automóvil, pero poca gente lo hace. Lo mismo ocurre con los programas de ordenador. El tema en discusión es si grandes programas de ordenador con todo tipo de aplicaciones podrán ser reemplazados por colecciones de componentes interconectados que cada usuario escogerá para satisfacer sus necesidades específicas.

No creo que eso ocurra, pues una persona que desea crear un documento quiere utilizar algo que ha sido probado, certificado, y diseñado como una solución total. Programas con todo tipo de aplicaciones suelen ser bastante baratos en relación a lo que hacen, y las respuestas a toda clase de preguntas son brindadas por una sola fuente. Es difícil que una colección de atributos de diferentes programas logre equipararse con esta capacidad integrada.

Nota. Dentro de dos semanas mi columna describirá algunos de los efectos de la revolución del microordenador. Invito a los lectores a compartir, a través del correo electrónico, ejemplos del impacto que los ordenadores personales han tenido en sus vidas.

Copyright 1995 Bill Gates. Distribuido por New York Times Special Features.