Pujol planteará mañana a González un cambio de calendario electoral

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, espera convencer al jefe del Ejecutivo, Felipe González de la necesidad de alterar el calendario electoral que ambos pactaron en julio cuando se reúnan mañana en el palacio de la Moncloa. Pujol González con certaron la cita el lunes pasado, después de que el secretariado permanente de Convergència llegara a la conclusión de que el deterioro de la situación Política impide seguir sosteniendo al Gobierno hasta diciembre. Desde ese día, dirigentes de CiU reclaman elecciones inmediatas.

La agencia Europa Press, citando fuentes cercanas á Pujol, ...

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, espera convencer al jefe del Ejecutivo, Felipe González de la necesidad de alterar el calendario electoral que ambos pactaron en julio cuando se reúnan mañana en el palacio de la Moncloa. Pujol González con certaron la cita el lunes pasado, después de que el secretariado permanente de Convergència llegara a la conclusión de que el deterioro de la situación Política impide seguir sosteniendo al Gobierno hasta diciembre. Desde ese día, dirigentes de CiU reclaman elecciones inmediatas.

La agencia Europa Press, citando fuentes cercanas á Pujol, informó ayer de que el líder nacionalista propondrá a González que las generales se celebren en enero o febrero, para así poder convocar él las catalanas para abril, agotando la legislatura autonómica. El portavoz oficial de CDC, Pere Esteve, desmintió que Pujol fuera a proponer un calendario concreto. "No es ése el guión que lleva el presidente", señaló.Ese calendario fue estudiado, como una hipótesis más, en la dirección de CDC, como ya informó este diario. Otra posibilidad que sigue en teoría abierta es convocar las autonómicas el 26 de septiembre para que se celebren el 19 de noviembre, si González mantiene su negativa a adelantar las generales pese a la advertencia de CiU de que ejercerá de oposición en las Cortes, incluso presentando una enmienda a la totalidad de los presupuestos del 96.

El presidente catalán expresó ayer a Catalunya Rádio su convencimiento y su deseo de que, al final, Ias responsabilidades penales" de Gonzalez por el caso GAL "quedarán reducidas a cero". "Lo deseo fervienternente y lo creo", agregó. Admitió no obstante que el hecho de que este asunto haya llegado al Supremo supone "un cambio cualitativo, en el sentido negativo".

Pujol declaró que el hecho de que las autonómicas se celebren ahora o en primavera no implica nada para Cataluña. y, por tanto, hay que darle "un valor relativo". Admitió que lo lógico sería que se celebraran antes de las generales, pero precisó que eso "no es esencial".

El presidente catalán mantiene su objetivo principal: que las generales y las autonómicas no de solapen en el tiempo. Pero su idea inicial de evitar la coincidencia convocando las autonómicas para este otoño empezó a hacer agua cuando la mayoría de su partido le expresó su temor de que CiU se vea perjudicada si es quien da la cara en primer lugar. El plazo, límite para celebrar elecciones al Parlamento de Cataluña expira el domingo 14 de abril. Una fecha poco adecuada, no sólo por sus connotaciones históricas, sino también porque la primera parte de la campaña e celebraría en plena Semana Santa. Dirigentes de CDC han expresado en los últimos días su desagrado por tener que celebrar las autonómicas en abril, argumentando que la previsible victoria del PP en las generales que se habrán celebrado un par de meses antes, si éste fuera el calendario adoptado, provocará un lógico contagio en favor de las opciones del PP en Cataluña. Pero a este peligro los propios nacionalistas anteponen un antídoto: el electorado descontento con el, acuerdo entre CiU y el PSOE ya se habrá desahogado y probablemente no acudirá a votar a las autonómicas. Por otro lado, en un acto organizado anoche en Barcelona por su partido para conmemorar la Diada de I'Onze de Setembre, Pujol defendió el'papel vertebrador del catalanismo político y afirmó que la reconstrucción de Cataluña sólo la pueden protagonizar partidos de obediencia catalana, que no dependan "ni poco ni mucho" de partidos españoles.