El agua y Hebrón son los últimos escollos para la paz en Cisjordania

Un comité ministerial presidido por el jefe del Gobierno israelí, Isaac Rabin, aprobó ayer el acuerdo elaborado por Simon Peres, ministro de Asuntos Exteriores de Israel, y el líder de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasir Arafat. El acuerdo de Taba, así denominado por haber sido firmado por Peres y Arafat en esta ciudad egipcia, es un paso importante, pero no significa aún la autonomía de Cisjordania y quedan algunos escollos por resolver, principalmente el control de la ciudad de Hebrón.

Simon Peres ha presentado el proyecto como un "acuerdo de conjunto", donde "los poderes de ...

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Un comité ministerial presidido por el jefe del Gobierno israelí, Isaac Rabin, aprobó ayer el acuerdo elaborado por Simon Peres, ministro de Asuntos Exteriores de Israel, y el líder de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasir Arafat. El acuerdo de Taba, así denominado por haber sido firmado por Peres y Arafat en esta ciudad egipcia, es un paso importante, pero no significa aún la autonomía de Cisjordania y quedan algunos escollos por resolver, principalmente el control de la ciudad de Hebrón.

Simon Peres ha presentado el proyecto como un "acuerdo de conjunto", donde "los poderes de gestión de los palestinos y las responsabilidades de seguridad de Israel forman un todo indivisible". No se han solucionado todos los problemas y se necesitarán aún varias semanas de negociaciones hasta que israelíes y palestinos puedan firmar la segunda etapa de la autonomía, prevista por los acuerdos de Oslo. Pero los resultados obtenidos son importantes.En primer lugar, los prisioneros palestinos serán liberados en tres etapas: un primer grupo en el momento de la firma del acuerdo; un segundo grupo unos días antes de las elecciones palestinas -que deberían celebrarse en los últimos meses de 1995, y un tercer grupo al día siguiente de la resolución de la totalidad del conflicto.

Israel ha aceptado que la ANP asuma el control de las grandes ciudades palestinas, así como de la mayoría de las más de 420 aldeas. La policía palestina será la encargada de asegurar el orden en esta zona, pero el Ejército israelí tendrá el control sobre la seguridad global, incluyendo la seguridad de los asentamientos judíos en Cisjordania.

Entre los escollos que no han podido ser resueltos, se encuentran la cuestión del reparto del agua potable y la de la ciudad de Hebrón. En lo que se refiere a esta última, la dificultad reside en conseguir que el Ejército israelí se retire, para permitir que se celebren elecciones libres en esta ciudad, asegurando al mismo tiempo la seguridad de las 47 familias judías que residen allí. La cuadratura del círculo.

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