Tejados voladores y piscinas fecales

La tormenta de agua y viento de la madrugada de ayer se cebó especialmente con Colmenar Viejo (27.000 habitantes) Allí se recogieron 36 litros por metro cuadrado, el récord de la jornada. El agua anegó más de 40 sótanos y corrió sin control por las urbanizaciones. Un palmo de lodo alfombró las calles. La red de saneamiento no dio abasto. En la urbanización San Crispín, las aguas fecales expulsadas de alcantarillas repletas fueron a parar a la piscina de la urbanización. Los policías municipales estaban sor prendidos: "¡Jamás habíamos visto nada igual!", manifestó su portavoz, Conrado Martín. V...

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La tormenta de agua y viento de la madrugada de ayer se cebó especialmente con Colmenar Viejo (27.000 habitantes) Allí se recogieron 36 litros por metro cuadrado, el récord de la jornada. El agua anegó más de 40 sótanos y corrió sin control por las urbanizaciones. Un palmo de lodo alfombró las calles. La red de saneamiento no dio abasto. En la urbanización San Crispín, las aguas fecales expulsadas de alcantarillas repletas fueron a parar a la piscina de la urbanización. Los policías municipales estaban sor prendidos: "¡Jamás habíamos visto nada igual!", manifestó su portavoz, Conrado Martín. Varios tejados de las cuadras del polígono de La Mina volaron hasta alcanzar el aparcamiento del cementerio viejo. Las más pequeñas planearon unos 100 metros.Los vecinos de la calle de San Sebastián se llevaron un gran susto, cuando oyeron el estrépito que formó un balcón al desplomarse a las tres de la madrugada.

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"Volverá a ocurrir en las próximas tormentas", auguró ayer el concejal -popular de Obras, Pablo Colmenarejo. "Tanta sequía ha atorado los desagües y es natural que se desborden cuando cae una tromba", añadió.

Sin embargo, Colmenarejo advirtió que el Ayuntamiento no va a encargarse de limpiar las alcantarillas.

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