Chabolistas de San Fernando paran una nueva vía que les iba a dejar encerrados

Los vecinos del poblado de chábolas de San Fernando de Henares han paralizado las obras de ampliación de la carretera de acceso a la urbanización Los Berrocales, en cuyo margen residen desde hace seis años, porque estaba previsto construir una valla que les iba a dejar encerrados "como a conejos", según expresan. Sin embargo, ese en el acuerdo al que habían llegado hace 15 días representantes del asentamiento, de la Comunidad de Madrid y del Ayuntamiento de la localidad. Según le habló, la Dirección General de Carreteras vallaría todo el recorrido del asentamiento, que. ocupa casi un ki...

Los vecinos del poblado de chábolas de San Fernando de Henares han paralizado las obras de ampliación de la carretera de acceso a la urbanización Los Berrocales, en cuyo margen residen desde hace seis años, porque estaba previsto construir una valla que les iba a dejar encerrados "como a conejos", según expresan. Sin embargo, ese en el acuerdo al que habían llegado hace 15 días representantes del asentamiento, de la Comunidad de Madrid y del Ayuntamiento de la localidad. Según le habló, la Dirección General de Carreteras vallaría todo el recorrido del asentamiento, que. ocupa casi un kilómetro de carretera,. para "evitar accidentes entre las personas del colectivo". También se incluía la construcción de un aparcamiento para vehículos, muchos de los cuales ahora ocupan los arcenes e incluso parte de la carretera.Sin embargo, el pasado lunes, vecinos del poblado donde vive una mayoría de gitanos portugueses no dejaron trabajar a los empleados de la Dirección General de Carreteras.

Avelino Rivera, uno, de los disconformes, asieguraba que las vallas les darían más seguridad, pero también les encerrarían y deberían llevar a pie las grandes garrafas de 100 litros de agua que necesitan o la leña. "Sólo tendríamos dos sitios para salir, estaríamos encajonados y no podríamos movemos por dentro", comentó.

Montserrat Muñoz, alcaldesa de San Fernando de Henares (28.000 habitantes), desmentía que el vallado convirtiese el asentamiento en un gueto, ya que "tendrán dos entradas directas desde la carretera, con pasos de cebra".

Los chabolistas llevan acampados más de seis años, desde que una crecida del río Jararria a su paso por el puente de San Fernando arrasara el asentamiento que ocuvaban.