"Se acabó la guerra en Chechenia", dice el jefe del Gobierno ruso
"Se acabó la guerra en Chechenia", declaró ayer el primer ministro ruso, Víktor Chernomirdin, a la agencia ltar-Tass. El acuerdo militar es y será válido, al margen de que continúen las provocaciones, y la destitución del jefe de la delegación chechena en las negociaciones de paz, Usman Imáiev, no influirá en su puesta en práctica, recalcó Chernomirdin. El líder checheno, Dzhojar Dudáiev, y su Consejo de Defensa han aprobado el acuerdo militar que los representantes del Kremlin y una delegación de la república secesionista caucásica firmaron en Grozni el pasado domingo, según informó ayer ...
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"Se acabó la guerra en Chechenia", declaró ayer el primer ministro ruso, Víktor Chernomirdin, a la agencia ltar-Tass. El acuerdo militar es y será válido, al margen de que continúen las provocaciones, y la destitución del jefe de la delegación chechena en las negociaciones de paz, Usman Imáiev, no influirá en su puesta en práctica, recalcó Chernomirdin. El líder checheno, Dzhojar Dudáiev, y su Consejo de Defensa han aprobado el acuerdo militar que los representantes del Kremlin y una delegación de la república secesionista caucásica firmaron en Grozni el pasado domingo, según informó ayer el ministro de Prensa checheno, MovIadi Udúgov, en una conversación telefónica con ItarTass mantenida desde algún lugar de Chechenia. La bendición de Dudáiev supone un espaldarazo para el compromiso alcanzado tras laboriosas negociaciones y relativiza la importancia del cese de Imáiev, por orden del mismo Dudáiev.
Las expectativas de paz en Chechenia, tras una sangrienta guerra que ha costado decenas de miles de vidas, cobraba fuerza ayer, mientras la figura política de Chernomirdin, el artífice de las negociaciones, se consolidaba con un triunfo que, según los indicios, ha de serle muy útil en las próximas elecciones parlamentarias. El primer ministro excluyó que la firma de Dudáiev aparezca en el compromiso de paz.
El acuerdo supone la victoria en Moscú de los partidiarios de la política de diálogo, que se vieron desbancados por los defensores de la línea dura desde la entrada de las tropas rusas en la república el 11 de diciembre.