Faltas de ortografía en el 'zoo'

El. pasado domingo he acudido al zoo de la Casa de Campo acompañado de mi hijo, de 11 años, y de dos de sus amigos.Tras visitar el nuevo acuario, pasamos a la planta alta del mismo, donde se anunciaba una exposición sobre el fascinante mundo marino. ¡Ya lo creo, que era fascinante!

En el primer panel en que nos detuvimos observé, con sorpresa, que se escribía "osea" y, pocas líneas después, se mencionaba al "Holandés Herrante". Horrorizado, me dirigí a uno de los vigilantes de la sala, que me aclaró que eran las únicas faltas de ortografía que allí había, y que incluso algunos vi...

El. pasado domingo he acudido al zoo de la Casa de Campo acompañado de mi hijo, de 11 años, y de dos de sus amigos.Tras visitar el nuevo acuario, pasamos a la planta alta del mismo, donde se anunciaba una exposición sobre el fascinante mundo marino. ¡Ya lo creo, que era fascinante!

En el primer panel en que nos detuvimos observé, con sorpresa, que se escribía "osea" y, pocas líneas después, se mencionaba al "Holandés Herrante". Horrorizado, me dirigí a uno de los vigilantes de la sala, que me aclaró que eran las únicas faltas de ortografía que allí había, y que incluso algunos visitantes las corregían con bolígrafo.

Después de instar al citado vigilante y a una compañera suya, también presente, a que informasen a sus superiores del hecho, huí con los niños a la carrera para evitar mayores males. ¡Quién sabe si aparecerían "vallenas" o "tivurones" atacándonos a golpes de Diccionario de la Academia Española!

Es lamentable que instrumentos educativos tan poderosos estén en manos tan poco capacitadas. Cuando tanto, nos preocupa que nuestros hijos hablen un segundo, y aun un tercer idioma, tal vez habría que considerar si no será mejor comenzar por conocer el propio, y poco ayudan a esto sucesos como el que describo.-