Arafat y Peres volverán a negociar de inmediato el futuro de Cisjordania

La reunión de más de ocho horas de la noche del sábado al domingo entre Yasir Arafat, líder de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y Simón Peres, ministro de Asuntos Exteriores de Israel, se saldó sin conseguir avance alguno en las negociaciones para la retirada de las tropas israelíes de Cisjordania. En contra de lo que se esperaba, al finalizar las discusiones ni siquiera se emitió un comunicado conjunto. Un portavoz israelí indicó que ambos volverán a reunirse enseguida, quizás mañana mismo."No hubo acuerdo en ninguno de los puntos que provocaban divergencias, que hemos discutido a fondo"...

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La reunión de más de ocho horas de la noche del sábado al domingo entre Yasir Arafat, líder de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y Simón Peres, ministro de Asuntos Exteriores de Israel, se saldó sin conseguir avance alguno en las negociaciones para la retirada de las tropas israelíes de Cisjordania. En contra de lo que se esperaba, al finalizar las discusiones ni siquiera se emitió un comunicado conjunto. Un portavoz israelí indicó que ambos volverán a reunirse enseguida, quizás mañana mismo."No hubo acuerdo en ninguno de los puntos que provocaban divergencias, que hemos discutido a fondo", declaró Arafat a la prensa israelí al concluir la reunión en la localidad fronteriza de Erez. "La noche no fue lo suficientemente larga", añadió Peres. No consiguieron por tanto respetar la fecha límite del 1 de julio para el repliegue militar.

Según la prensa israelí, Simón Peres ofreció a Arafat el repliegue de seis de las siete ciudades de la Cisjordania ocupada (excluyendo Hebrón), pero el líder de la ANP exigió el repliegue de todos los centros urbanos. Tampoco se consiguieron resolver los problemas con respecto a las elecciones palestinas, previstas para noviembre próximo, al depender los comicios del eventual repliegue.

Seguridad de los colonos

Uno de los principales escollos de esta negociación ha sido la cuestión de la seguridad de los más de 120.000 colonos judíos en CisJordania. Las divergencias están en el control de las carreteras y en las zonas rurales, donde hay unas 450 aldeas palestinas y 143 asentamientos judíos a los que tendrá que proteger el ejército durante los cinco años de autonomía provisional palestina. Israel exige el control absoluto y se niega a patrullar estas zonas junto a los palestinos, quienes quieren que se limite la entrada de tropas israelíes a las aldeas, según fuentes de la ANP.

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"Israel no confía ni cree en los palestinos en materia de seguridad", se quejaba ayer Sufián Abu Saida, un funcionario de la ANP que pasó 13 años en prisión. La retirada del ejército de ciudades como Kalkilia y Tulkarem las convertiría en "refugios de los terroristas palestinos", según el líder del Likud, principal partido de la oposición israelí. Pero el optimismo entre los palestinos no ha desaparecido: "Tarde o temprano, habrá acuerdo; también tuvieron miedo de replegar a sus tropas de Gaza en mayo del año pasado", añadió Abu Saida.

Yasir Arafat exigió, asimismo, al ministro de Asuntos Exteriores de Israel la liberación de los casi 6.000 presos palestinos que actualmente cumplen condena en cárceles israelíes pero, según fuentes de los organismos de seguridad, las autoridades israelíes sólo están dispuestas a liberar a unos 2.000. La falta de acuerdo entre Peres y Arafat hizo ayer que cerca de 4.000 presos palestinos recomenzaran la huelga de hambre que habían empezado ya hace tres semanas.

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