El buque oceanográfico 'Hespérides' regresa de la Antártida y prepara una nueva campaña científica

Más de cien investigadores han intervenido en el desarrollo del programa anual

El buque polar español Hespérides regresó ayer a Cartagena (Murcia), desde la Antártida, donde su próxima campaña intentará abrir nuevos caminos de investigación en la poco explorada zona este. Según anunció ayer, al recibir al navío, el ministro de Educación y Ciencia, Gustavo Suárez Pertierra, los responsables de los distintos programas científicos han coincidido en resaltar que este año se han superado los resultados previstos inicialmente, por lo que se propone acometer una nueva etapa en el mar de Weddell, que es la zona teóricamente más rica y menos conocida.

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El buque polar español Hespérides regresó ayer a Cartagena (Murcia), desde la Antártida, donde su próxima campaña intentará abrir nuevos caminos de investigación en la poco explorada zona este. Según anunció ayer, al recibir al navío, el ministro de Educación y Ciencia, Gustavo Suárez Pertierra, los responsables de los distintos programas científicos han coincidido en resaltar que este año se han superado los resultados previstos inicialmente, por lo que se propone acometer una nueva etapa en el mar de Weddell, que es la zona teóricamente más rica y menos conocida.

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, Suárez Pertierra, junto a una comisión de 19 parlamentarios del Congreso y Senado, recibió ayer en el muelle don Juan de Borbón, en el arsenal militar de Cartagena, al buque polar en su regreso a la península, después de haber desarrollado la mayor par te de su programa anual, en el que han intervenido 112 científicos.Sólo quedan pendientes dos investigaciones en el Mediterráneo, en los próximos meses, para completar el paquete de investigaciones de este año. El ministro dijo que es voluntad de todas las fuerzas políticas respaldar el trabajo de la ciencia española, que se expresa en actuaciones como la del Hespérides, multidisciplinar, y que en definitiva sirven para avanzar en el conocimiento de las cosas.

La campaña del Hespérides que se ha desarrollado durante el verano austral, se inició en diciembre de 1994 con unas semanas de retraso debido a una avería en un motor de propulsión (un caso que según los técnicos se da uno entre un millón) y que obligó a hacer una operación de cesárea (un agujero en el casco del barco para extraer el motor averiado y repararlo).

Balance

Los trabajos se desarrollaron en los astilleros de Bazán en Cartagena en tiempo récord, lo que permitió acometer una carrera contrarreloj para recuperar el tiempo perdido. El balance es que el 90% de los programas se han podido desarrollar y el resto se han incluido ya en la campaña 95-96. En total, el Hespérides ha pasado 140 días en la mar y 12 en puerto.

Durante la expedición antártica de este verano austral se han culminado siete programas de investigaciones en geología, biología, geofísica y química. Entre los científicos que han participado, había representantes de nueve academias y universidades no españolas.

Las cámaras del Hespérides han traído muestras de cientos de seres vivos, animales o vegetales, además de muestras congeladas o minerales. En algunos casos, el trabajo de laboratorio durará hasta cuatro años para dar con conclusiones finales.

La campaña del Hespérides ha sido la octava realizada por España en el continente antártico, donde existe una base española, la Juan Carlos I, desde la campaña 1987-1988, radicada en la isla de Livingston, en el archipiélago de las Shetland del Sur.

El estudio de diferentes muestras de plancton en aguas antárticas ha concentrado gran parte de los trabajos de esta campana.Sólo quedan dos programas para la conclusión: a mediados de mayo se iniciará un estudio oceanográfico de los fondos marinos del Mediterráneo, entre las costas mallorquinas y catalanas. Un mes después se estudiará el sistema pelágico mediterráneo y la dinámica planctónica.

El próximo julio, el Hespérides volverá a los astilleros de Bazán, en Cartagena, donde será sometido a una revisión a fondo, previa a la próxima campaña antártica, cuya duración está fijada en siete meses.

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