Reportaje:

Callos contra la droga

Un puchero reúne a 2.600 personas para sumar fondos de ayuda a toxicómanos

Concepción Zortés, de 70 años, está destrozada física, moral y económiamente. La droga se cebó hace ya 12 años con sus hijos y tuvo que vender hasta la casa. Ahora uno de ellos ha logrado desintoxicarse, mientras que el otro ha sido devuelto a su hogar para que muera entre los suyos. Sin embargo, esta mujer, presidenta de honor de Aspadro (Asociación de Padres contra la Droga) de Móstoles (199.000 habitantes), sigue confiando en que tiene que existir una salida al Problema, "aunque para conseguirla se utilicen métodos tan atípicos como los callos del PP".Este ingrediente acompañó ayer a otros ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Concepción Zortés, de 70 años, está destrozada física, moral y económiamente. La droga se cebó hace ya 12 años con sus hijos y tuvo que vender hasta la casa. Ahora uno de ellos ha logrado desintoxicarse, mientras que el otro ha sido devuelto a su hogar para que muera entre los suyos. Sin embargo, esta mujer, presidenta de honor de Aspadro (Asociación de Padres contra la Droga) de Móstoles (199.000 habitantes), sigue confiando en que tiene que existir una salida al Problema, "aunque para conseguirla se utilicen métodos tan atípicos como los callos del PP".Este ingrediente acompañó ayer a otros 300 kilos de garbanzos, 130, de oreja, 75 de chorizo y 10 de ajos, dentro del Puchero de Móstoles, con el que los populares reunieron a 2.600 personas en el campo del Cañaveral, para recaudar fondos a favor de las asociaciones que luchan contra las toxicomanías. Todos pagaron 1.000 pesetas por degustar un plato que pretende convertirse en tradición local y que fue preparado por 40 cocineros y servido por 150 camareros, de 15 a 20 años, alumnos de la Escuela de Hostelería de Madrid. Según Concepción Cortés, "iniciativas así se tenían que haber hecho hace años, cuando la falta de información metía a estos chavales en el "agujero".

El arco iris político que presidió el acto contrastaba con los tonos grises de un cielo que amenazaba lluvia. Representantes de los cuatro colectivos que tratan en Móstoles el conflicto de la droga y a las 4.000 familias que lo padecen compartieron mesa y mantel, tanto con los candidatos de Izquierda Unida y PP a la alcaldía de Móstoles, Ildefonso Fernández y Fernando Bastarreche, respectivamente, como con atletas y deportistas de reconocido

prestigio (Coral Elistuer leyó el manifiesto que cerró la fiesta), diputados populares de la Asamblea de Madrid, concejales de otros municipios y mienbros de asociaciones vecinales. El gran ausente fue el equipo de gobierno socialista del municipio.

Tras abonar las 5.000 pesetas que correspondían a la entrada de su esposa y la prole, el candidato del PP a la presidencia de la Comunidad, Alberto Ruiz Grallardón, se lamentó del fracaso de las políticas contra las toxicomanías "a todos los niveles y por encima de los partidos" y abogó por una actuación "no paralela, sino integrada con las asociaciones que más saben de esto".

Bajo el control y vigilancia de 60 guardias de seguridad, 210 policías locales y efectivos de: Cruz Roja y Protección Civil, el Puchero de Móstoles se degustó pasado por agua, ya que la lluvia hizo su aparición. Los, comensales se colocaron entonces las bolsas de plástico situadas en el respaldo de cada silla.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En