Nueva York y Washington aumentan vigilancia

Las autoridades de la ciudad de Nueva York han dedicado 1.500 agentes de su policía de tránsito a reforzar la vigilancia del metro, que cubre un trayecto de más de 200 kilómetros y transporta una media de mil millones de personas al año, aunque han reconocido que no existen medidas especiales para prevenir un atentado como el de Tokio."Lo único que se puede hacer es poner más atención con los paquetes sospechosos, y para ello es necesaria también la colaboración de los pasajeros", ha declarado el portavoz de la policía de tránsito, Albert O'Leary.

Más de la mitad de las 469 estaciones d...

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Las autoridades de la ciudad de Nueva York han dedicado 1.500 agentes de su policía de tránsito a reforzar la vigilancia del metro, que cubre un trayecto de más de 200 kilómetros y transporta una media de mil millones de personas al año, aunque han reconocido que no existen medidas especiales para prevenir un atentado como el de Tokio."Lo único que se puede hacer es poner más atención con los paquetes sospechosos, y para ello es necesaria también la colaboración de los pasajeros", ha declarado el portavoz de la policía de tránsito, Albert O'Leary.

Más de la mitad de las 469 estaciones del metro neoyorquino están bajo tierra, lo que haría aún más dañinos los efectos de un gas tóxico. Para hacer frente a una emergencia de esas características, los expertos están tratando de modernizar los sistemas de evacuación de heridos, sobre cuya eficacia se vertieron críticas durante los varios incendios y pequeñas explosiones provocadas que ocurrieron en el transporte subterráneo de Nueva York en el último año.

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Aunque las autoridades aseguraron que no existen amenazas concretas que hagan sospechar que un ataque como el de Tokio pueda repetirse en Nueva York, la población de esa ciudad está particularmente temerosa de atentados terroristas desde la explosión ocurrida en las Torres Gemelas en 1993. La policía descubrió después de ese suceso una red extremista que planeaba varios ataques en edificios públicos de Nueva York.

En Chícago, los responsables de la seguridad han anunciado la instalación de un detector de metales en el metro, pero han advertido que eso no serviría para localizar gases tóxicos.

Las autoridades de la ciudad de Washington, donde la repercusión de una acción violenta siempre podría ser mayor por tratarse de la sede de los principales órganos de poder, han anunciado un reforzamiento de la vigilancia en el metro, pero ninguna acción particular contra. el riesgo de gases.

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Madrid y Barcelona

El metro de Madrid no ha tomado ninguna medida especial de emergencia, informa Begoña Aguirre. Portavoces del metropolitano madrileño plantean: "No se pueden poner puertas al campo. Son 115 kilómetros de red y 152 estaciones. ¿Cómo se podría detectar algo así? Como no cacheemos a todos los viajeros que llevan algún paquete...".

La policía de Barcelona, que tiene a su cargo la vigilancia del metro, no tiene previsto en principio reforzar los controles en el suburbano, informa Lluis Uría. La empresa Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) tampoco se plantea poner en marcha ningún dispositivo especial. Todo lo más intenta prestar más atención a la gente que lleve paquetes que puedan resultar sospechosos. "Cada día utiliza el metro un millón de personas", argumenta un portavoz de TMB para subrayar la dificultad de prevenir atentados de este tipo.

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