La boda de la Infanta se celebrará en plena huelga de hostelería

Patronal y sindicatos rompieron ayer definitivamente la negociación sobre el convenio de hostelería de Sevilla, y la ciudad vivirá dos jornadas de paros, los días 17 y 18 próximos, coincidiendo con la boda de la infanta Elena y Jaime de Marichalar. Tras una reunión de cuatro horas, la patronal sevillana abandonó la negociación y aplazó cualquier mesa de diálogo hasta pasadas las fiestas de Semana Santa.Ambas partes volvieron a enfrascarse en mutuas acusaciones sobre las consecuencias que acarreará la huelga. Pese a que se llegó a alcanzar un acuerdo sobre 15 de los 28 puntos de negociación ini...

Patronal y sindicatos rompieron ayer definitivamente la negociación sobre el convenio de hostelería de Sevilla, y la ciudad vivirá dos jornadas de paros, los días 17 y 18 próximos, coincidiendo con la boda de la infanta Elena y Jaime de Marichalar. Tras una reunión de cuatro horas, la patronal sevillana abandonó la negociación y aplazó cualquier mesa de diálogo hasta pasadas las fiestas de Semana Santa.Ambas partes volvieron a enfrascarse en mutuas acusaciones sobre las consecuencias que acarreará la huelga. Pese a que se llegó a alcanzar un acuerdo sobre 15 de los 28 puntos de negociación iniciales, a las nueve de la noche las conversaciones quedaron definitivamente rotas. En la mesa participaban ayer, además de los representantes directos del sector, el presidente de la patronal andaluza, Manuel Otero Luna, y los secretarios provinciales de UGT y CC OO, Isidoro Romero y Antonio Rodrigo Torrijos.

Otero Luna dijo que los empresarios había renunciado a todos los puntos salvo a cinco de ellos que consideraban innegociables: las jornadas en cómputo anual con flexibilidad en 90 días y jornadas máximas de 10 horas diarias; la antigüedad del 8%; la congelación en 500 pesetas del plus de manutención; rebajar en una hora los pluses de nocturnidad y volver a descansos de un día y medio semanal en empresas de hasta 30 trabajadores. La oferta salarial era otro de los puntos que mantenían bloqueado el acuerdo, y no llegó siquiera a debatirse en la mesa negociadora.

Por su parte, Antonio Rodrigo Torrijos rechazó lo que consideraba una amenaza patronal de aceptar esos cinco puntos del convenio o romper la negociación.