La ropa sucia de un banco

El Deutsche Bank cumple 125 años y autocritica su historia

El primer banco de Alemania y uno de los primeros del mundo, el Deutsche Bank, con 73.000 empleados y un balance de más de 51 billones de pesetas, cumple 125 años el próximo viernes 10 de marzo. Con este motivo el banco ha encargado a cinco historiadores, a los que abrió sus archivos, un estudio sobre su trayectoria, que ha quedado plasmada en un libro de más de mil páginas de inmediata, aparición en Alemania. El resultado no ha sido un estudio de compromiso para el autobombo, sino un análisis, en parte crítico, que saca a relucir las basuras barridas durante muchos años bajo las alfombras, co...

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El primer banco de Alemania y uno de los primeros del mundo, el Deutsche Bank, con 73.000 empleados y un balance de más de 51 billones de pesetas, cumple 125 años el próximo viernes 10 de marzo. Con este motivo el banco ha encargado a cinco historiadores, a los que abrió sus archivos, un estudio sobre su trayectoria, que ha quedado plasmada en un libro de más de mil páginas de inmediata, aparición en Alemania. El resultado no ha sido un estudio de compromiso para el autobombo, sino un análisis, en parte crítico, que saca a relucir las basuras barridas durante muchos años bajo las alfombras, como el colaboracionismo del Deutsche Bank con el régimen nazi.En este año de aniversarios redondos en Alemania, medio siglo del fin de la segunda guerra mundial y la caída del nazismo, los 125 años del Deutsche Bank han desencadenado una serie de enfrentamientos sobre el pasado. Fundado poco antes de la constitución del imperio alemán, en los tiempos del canciller de hierro Otto von Bismarck, el Deutsche Bank ha sufrido -y también influido- los avatares de la reciente historia alemana. Desde su fundación el banco persiguió "al mismo tiempo fines económicos y nacionales". Esto se expresa en un primer momento, se según un artículo que publica el semanario Die Zeit, en el intento de arrebatar a Londres el liderazgo como plaza financiera europea, en el fortalecimiento de la posición de Prusia y en el apoyo a los planes imperialistas del Reich alemán.

La parte más escabrosa sin duda de esos 125 años es la actitud del banco durante el nazismo. El legendario banquero del Deutsche Bank Hermann Abs, fallecido en 1994 con más de 90 anos, siempre fue considerado como el prototipo del oportunista sin escrúpulos que no dudó en aprovecharse de las ventajas que pudo conseguir durante el nazismo. La investigación de ese periodo histórico le ha correspondió al profesor británico en Princeton (Estados Unidos) Harold James, y el periodo de 1914 a 193 3, a Gerald D. Feldman, de la universidad de Berkeley, en California, quien resalta en la introducción que han procedido "libres por completo de censura e influencia".

James señala la creciente pasividad de los banqueros frente al nazismo: "Las cabezas dirigentes del banco no participaron en la resistencia ni conspiraron contra Hitler. Resulta notable comprobar que participó en la resistencia parte de la clase dirigente de Alemania, militares, diplomáticos, y en una cierta medida representantes de la Iglesia. Sin embargo casi ningún banquero o industrial".

Abs, según James "el más dinámico y creativo miembro de la presidencia del Deutsche Bank durante la guerra" mantuvo contactos con algunas personas involucradas en la resistencia contra Hitler, pero al final "se inhibió y optó por no ser un héroe". El historiador señala también que Abs ocupó un puesto en el consejo de vigilancia en la empresa I. G. Farben y se pregunta si dicho consejo llegó a plantearse alguna vez la cuestión de que una fábrica se hubiese instalado en el campo de exterminio de Birkenau, una dependencia de Auschwitz, donde trabajaron como mano de obra gratuita miles de personas que luego acabarían en las cámaras de gas.

El resultado final del análisis de los historiadores del banco no deja de lado tampoco el beneficio obtenido por el Deutsche Bank con el proceso de arización, que no consistió en otra cosa que arrebatar a los judíos sus empresas y propiedades. El banco adquirió algunas, y en otras ocasiones facilitó créditos a ciudadanos arios para adquirir las propiedades de los judíos, que tenían que emigrar o eran enviados a los campos de concentración. Según James, "en algunos casos, los banqueros hicieron que los efectos y consecuencias de sus decisiones aumentasen todavía más las dolorosas y perjudiciales circunstancias de las víctimas. Esto era más frecuente cuando los representantes del banco actuaban en la Europa ocupada". Añade lames: "El banco representó, sobre todo desde septiembre de 1938, un papel en el sistema imperialista alemán y sus empleados contribuyeron a su brutal política brutal".

El banco también tuvo sus víctimas, condenados en los años finales de la guerra por derrotismo. En el estudio citado se relatan también algunos ejemplos de la intolerancia y crueldad del régimen nazi, y del espíritu servil de los ciudadanos más amedentrados que actuaron como colaboracionistas, a través de las ejecuciones de varios empleados.

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