45 malditos minutos de retraso

Un tren arrolla a un rebaño de ovejas y el pastor debe indemnizar a Renfe con 17 millones de pesetas

Los balidos desafinaron. De repente, el aburrimiento ovino se tornó estrépito y confusión. El tren Río Duero, Madrid-Soria, se había precipitado a 105 kilómetros por hora sobre el rebaño, que estaba cruzando por un paso a nivel sin guarda ni barreras cerca de Navalcaballo, en las inmediaciones de su destino. Eran las 22.30 horas. Había salido de la estación de Atocha con 45 malditos minutos de retraso y no había recuperado ninguno durante el trayecto.Una de las ovejas despedidas por los aires debió de estrellarse contra él. Tal vez fuese una pieza de los vagones descarrilados. El caso e...

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Los balidos desafinaron. De repente, el aburrimiento ovino se tornó estrépito y confusión. El tren Río Duero, Madrid-Soria, se había precipitado a 105 kilómetros por hora sobre el rebaño, que estaba cruzando por un paso a nivel sin guarda ni barreras cerca de Navalcaballo, en las inmediaciones de su destino. Eran las 22.30 horas. Había salido de la estación de Atocha con 45 malditos minutos de retraso y no había recuperado ninguno durante el trayecto.Una de las ovejas despedidas por los aires debió de estrellarse contra él. Tal vez fuese una pieza de los vagones descarrilados. El caso es que Heliodoro Ayllón, el pastor, estuvo un par de días en coma. Según su hermano, Julián, el dueño de los animales -murieron 75 de 560-, se le veía "hasta el cascarón de la frente". Además, sufrió la rotura de una muñeca y un fémur y una amnesia parcial: los instantes previos al impacto se nublaron en su mente.Ahora, a sus 67 años de edad, Heliodoro nunca podrá olvidar ya la noche del 17 de agosto de 1993. José Sierra, el titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Soria, ha considerado que debía haber extremado su prudencia y le ha condenado a diez días de arresto menor y a indemnizar con 17.158.863 pesetas a Renfe, "por daños en material motor [9] y en vía y eléctrico [4,91, por mano de obra [2,8], por autobuses y taxis [0,2] y con 9.254.209 a seis de los 17 viajeros, así como al maquinista, Manuel Espinosa, y el interventor, Javier Martínez, por las lesiones. Mapfre Agropecuaria, en función de un seguro de responsabilidad civil, ha de responder solidariamente de 10. Los restantes le tocan de manera subsidiaria a Julián, de 61, que, en un arranque de rabia, se desprendió más tarde de su cabaña lanar.

Heliodoro y Julián habían andado y desandado ese camino infinidad de veces. Se sabían de memoria la escasa rutina ferroviaria: el tren tenía que haber pasado ya. Aun así, Heliodoro aguardó unos cinco minutos -"no es tonto, en la mili le nombraron cabo primero", recalca su hermano- Cruzó, según declaró en el juicio, porque no vio ni oyó nada. Julián, que le esperaba unos 200 metros más allá, tampoco pudo ver ni oír al convoy, que salía de una curva y una trinchera (un corte del terreno con altas paredes). Sin embargo, tanto Espinosa, el conductor de la locomotora, como Martínez, su compañero, afirmaron que se emitieron con reiteración las reglamentarias señales acústicas.

Al final, la cuestión casi se redujo a la palabra de unos contra la de otros. Ningún pasajero puso la mano en el fuego del haber oído o no los pitidos. Unos iban distraídos, leyendo; otros, dormidos. El ministerio fiscal adoptó una actitud salomónica y repartió las culpas al 50%. Para el magistrado, en cambio, sólo se creó una duda que, en su interpretación de los hechos, no desvirtuaba "de contrario" las manifestaciones de Espinosa y Martínez. De ahí, su fallo. "Ha sido valiente", dado el ambiente hostil a la companía en la provincia, opina Raúl Ladera, el abogado de Renfe.

Carlos Revilla, el defensor de los Ayllón, agricultores y ganaderos desde siempre, recurrirá con toda seguridad ante la Audiencia Provincial. "Lo curioso", destaca, "es que enseguida apareció una señal que limita la velocidad en ese tramo a 30 kilómetros por hora".

Así, muchos sorianos no pueden por menos que ironizar con que la reparación fue una chapuza porque, en realidad, Renfe pretendía suprimir una más de sus líneas deficitarias. Antes del reciente acuerdo con la Junta castellano-leonesa, que ha asumido el desajuste económico, el asunto incluso motivó airadas protestas populares. Pero ésa es otra historia.

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