Obras Públicas desecha finalmente el conflictivo embalse de Matallana

El embalse de Matallana estaba, estancado. Hasta hoy. Obras Públicas ha decidido desecharlo definitivamente, año y medio después de que saltaran las discrepancias entre dos de sus direcciones generales (la de Obras Hidráulicas y la de Medio Ambiente) sobre la conveniencia o no de construirlo. Así pues, el pueblo abandonado que habría dado nombre a esta obra -y que es un vivo ejemplo de la arquitectura negra heredada de la Edad Media se- salva de morir ahogado. La decisión se hizo firme ayer al publicar el Boletín Oficial del Estado una resolución de la Dirección de Política Ambiental qu...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El embalse de Matallana estaba, estancado. Hasta hoy. Obras Públicas ha decidido desecharlo definitivamente, año y medio después de que saltaran las discrepancias entre dos de sus direcciones generales (la de Obras Hidráulicas y la de Medio Ambiente) sobre la conveniencia o no de construirlo. Así pues, el pueblo abandonado que habría dado nombre a esta obra -y que es un vivo ejemplo de la arquitectura negra heredada de la Edad Media se- salva de morir ahogado. La decisión se hizo firme ayer al publicar el Boletín Oficial del Estado una resolución de la Dirección de Política Ambiental que anula la declaración de impacto ambiental efectuada el 30 de julio de 1993. Aquella declaración fue redactada en términos muy ambiguos y levantó la polémica. Decía que, para ser viable desde el punto de vista ecológico, la presa idónea no debía superar los 80 millones de metros cúbicos de capacidad y los 987 metros de cota. Con estas magnitudes, el pueblo de Matallana quedaba a salvo de ser sepultado.La controversia sobre Matallana estalló al advertir ELPMS que la Confederación Hidrográfica del Tajo, dependiente de la Dirección General de Obras Hidráulicas, había sacado a licitación -con anterioridad a la declaración de impacto ambiental- una presa mucho mayor de la considerada ambientalmente viable, capaz de albergar 147 millones de metros cúbicos de agua a una cota de 1.009 metros, de manera que Matallana quedaría sumergido. Su coste se evaluaba en 12.000 millones de pesetas.

Más información

Desde hace siete años, el Colegio de Arquitectos de Guadalajara -Matallana está enclavado en la linde de esa provincia con la de Madrid, región a la que vertería sus aguas- es el único inquilino oficial de la despoblada localidad, para efectuar allí estudios históricos.

Obras Públicas da carpetazo a las presas de gran capacidad destinadas a Madrid

El Colegio de Arquitectos alquiló el municipio por 112.000 pesetas mensuales a la Junta dé Comunidades de Castilla-La Mancha. Esa entidad profesional se comprometió a realizar estudios de rehabilitación del pueblo, un vivo ejemplo a extinguir de la arquitectura negra (pizarra) de montaña, heredada de la Edad Media. Los estudios se encuentran paralizados, y la presa, también.

La presa de Matallana, situada al sur de la sierra de Ayllón, en el noroeste de Guadalajara, sería la segunda más importante de la Comunidad de Madrid (la primera es la de El Atazar, con 425 millones de metros cúbicos, y la tercera Valmayor, con 124). Con sus 147 millones de metros cúbicos de capacidad, el Canal de Isabel II pensaba incrementar sus reservas totales en un 14% y aportar recursos para atender las necesidades de agua de un millón y medio de madrileños durante año y medio.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

La información sobre la construcción de una presa grande irritó al entonces director general de Medio Ambiente, Domingo Jiménez Beltrán. Para evitar interpretaciones torcidas sobre la divergencia entre la presa grande aprobada por Obras Hidráulicas y la pequeña que él proponía, Jiménez Beltrán dijo que enviaría una fe de errores al BOE, a fin de rectificar la ambigüedad de su declaración de impacto ambiental. Nunca lo hizo. Quería dejar claro que su opción era la presa pequeña, no la que se había licitado.

En ocasiones precedentes, desfavorables a la construcción de un embalse, las declaraciones de impacto se habían formulado en términos tajantes: "Se informa desfavorablemente el proyecto".

Así había ocurrido con los embalses de Cerros Verdes (Badajoz), Omañas (León) y Vidrieros (Palencia).

En el caso de Matallana, el informe de Medio Ambiente decía que "la solución óptima y medioambientalmente viable ( ... ) establecería una capacidad de 80 millones de metros cúbicos en lugar de los 147 contemplados en el proyecto; de esta manera no se inundaría el pueblo ni alguno de los bosquetes de mejorales de la zona aledaña".

"Meridianamente claro"ç

"Obras Hidráulicas no puede empezar una presa si no tiene la declaración de impacto ambiental, tal y como yo lo entiendo", replicó entonces Jiménez Beltrán. ''El que hace la declaración soy yo, y quiero dejar meridianamente claro que, si se hace una presa en Matallana, no debe embalsar más de 80 hectómetros cúbicos".

No descartó entonces plantear, si la gran presa seguía adelante, una situación de conflicto entre Obras Hidráulicas y su departamento, englobado también en el ministerio de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente (MOPTMA).

Jiménez Beltrán tenía entonces un pie en el ministerio y otro en la dirección ejecutiva de la Agencia Europea del Medio Ambiente, cargo que ocupa en la actualidad.

Apostó fuerte en el envite y lo ha ganado desde la lejanía año y medio después.

Hace un ano, y para amortiguar el litigio, la Secretaría de Estado de Política Territorial y Obras Públicas ordenó el aplazamiento de la decisión durante tres meses -largamente transcurridos-, y pidió a Obras Hidráulicas la presentación de un documento con alternativas evaluadas medioambientalmente.

En su nombre ha respondido ahora la Confederación del Tajo diciendo que desiste a medio plazo de hacer nuevos embalses de gran capacidad para el abastecimiento de Madrid.

Una buena noticia

Para Santiago Martín Barajas, portavoz de la asociación ecologista Aedenat, esto es una buena noticia: "Significa que los embalses proyectados en Pozo de los Ramos y El Alberche tampoco se harán. Ocuparían valles de gran interés natural que resultarían destruidos. Con esta decisión, parece que se va a apostar por la racionalidad en el consumo y uso del agua en vez de construir nuevas presas. Eran completamente in necesarias. Las demandas actuales y futuras de Madrid se encuentran plenamente garantizadas".

Santiago Martín Barajas es partidario de incrementar la. eficacia en la utilización del. agua, dotar a las ciudades de: una red adicional para riego, con aguas residuales, reducir las pérdidas en la distribución y, hacer campañas de concienciación ciudadana.

"Me parece", agregó, "una decisión inteligente porque libera recursos para mejorar la eficiciencia. Hemos peleado por que no se contruyeran y vemos que ha salido bien".

Archivado En