Mandos de la cárcel de Valencia apoyan a los vigilantes juzgados por torturas

Los funcionarios de la cárcel Modelo de Valencia usaron la fuerza "necesaria" para dominar la revuelta de enero de 1992, pero no hubo malos tratos a los presos, declaró ayer el ex director del centro, Miguel Carreño, en el juicio contra seis vigilantes. "Si veo una agresión de esas soy el primero en intervenir", dijo Carreño, que calificó la actuación de la policía y de los funcionarios del centro de "impecable" en aquellas circunstancias "tan malas".El ex director afirmó que en la madrugada del 2 al 3 de enero las galerías presentaban un "espectáculo, dantesco" tras la revuelta de los presos,...

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Los funcionarios de la cárcel Modelo de Valencia usaron la fuerza "necesaria" para dominar la revuelta de enero de 1992, pero no hubo malos tratos a los presos, declaró ayer el ex director del centro, Miguel Carreño, en el juicio contra seis vigilantes. "Si veo una agresión de esas soy el primero en intervenir", dijo Carreño, que calificó la actuación de la policía y de los funcionarios del centro de "impecable" en aquellas circunstancias "tan malas".El ex director afirmó que en la madrugada del 2 al 3 de enero las galerías presentaban un "espectáculo, dantesco" tras la revuelta de los presos, iniciada con un apagón general. Según Carreño, actualmente psicólogo en la cárcel de Sevilla, los funcionarios debieron emplear la fuerza "necesaria" y "obligatoria" en estos casos.

"Asumí que sí se habían usado", dijo Carreño, que coordinó su actuación con el delegado del Gobierno en Valencia, Francisco Granados. Ambos dieron una rueda de prensa cuando se constató que no había víctimas, pero antes de saber si faltaba algún preso, según Carreño.

"Es casi imposible que algunos funcionarios actuaran aisladamente con toda la gente que había allí", explicó al tribunal que juzga a seis vigilantes por 38 delitos de torturas por los que la fiscal pide hasta 10 años de cárcel.

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