La crisis política arrastra a la lira a mínimos históricos

La lira se precipitó ayer hacia mínimos históricos frente al marco, por razones estrictamente políticas: las dificultades del Gobierno técnico de Lamberto Dini para que se apruebe una subida de impuestos sin las que el déficit y la deuda pública se dispararían hasta niveles que tanto la Unión Europea como el FMI han considerado de alarma.La tensión en los mercados obligó a intervenir al Banco de Italia en apoyo de su divisa, que, hacia las 14.00 horas, cotizaba en Milán a cerca de 1.075 liras por marco. Hace todavía pocos meses, la barrera de las 1.060 liras por marco era considerada co...

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La lira se precipitó ayer hacia mínimos históricos frente al marco, por razones estrictamente políticas: las dificultades del Gobierno técnico de Lamberto Dini para que se apruebe una subida de impuestos sin las que el déficit y la deuda pública se dispararían hasta niveles que tanto la Unión Europea como el FMI han considerado de alarma.La tensión en los mercados obligó a intervenir al Banco de Italia en apoyo de su divisa, que, hacia las 14.00 horas, cotizaba en Milán a cerca de 1.075 liras por marco. Hace todavía pocos meses, la barrera de las 1.060 liras por marco era considerada como una improbable pesadilla. La intervención oficial no pareció dar resultados y la Bolsa perdía casi un 2%. La lira cerró por la tarde a 1.076,3.

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Esta evolución es ajena a la marcha de la economía real del país, que tiene todos sus indicadores en regla salvo la inflación, por encima del 4%, que permite prever subidas del tipo de interés y el encarecimiento de la financiación de una astronómica deuda superior al 120% del pro ducto interior bruto (PIB).

La agencia norteamericana Standard & Poor's dio precisamente el pasado miércoles su máxima calificación, la llamada triple A, a la deuda italiana a largo plazo en liras. Pero un portavoz de Standard explicó que esa valoración es menos importante que la de la deuda en moneda extranjera, donde Italia tiene una doble A, en el segundo escalón de la tabla.

El veredicto de Standard & Poor's se considera, por ello, poco significativo respecto a la evolución de los mercados, donde, en cambio, sí tuvieron gran eco las noticias de que ni Alianza Nacional (AN) ni Forza Italia parecen dispuestas a apoyar en el Parlamento las subidas, de impuestos, fundamentalmente indirectos, anunciadas por Lamerto Dini para recortar la tendencia del déficit público en unos 15 billones de liras (cerca de 1,2 billones de pesetas).

A estas alturas del ejercicio, dicho recorte es imprescindible para contener el déficit final en los 140 billones de liras previstos en los presupuestos generales del Estado elaborados por el Gobierno de Silvio Berlusconi, en el que Dini era ministro del Tesoro. Augusto Fantozzi, ministro de Hacienda de Dini, criticó nada más tomar el poder el programa de su predecesor, Giulio Tremonti, que, dijo, no hubiera nunca proporcionado los ingresos necesarios para cumplir el objetivo.

Un punto básico de la campaña electoral de Berlusconi fue que no subirían los impuestos y esto explica, en parte, la negativa a apoyar el alza de ahora. Pero hay otras razones de política general. Berlusconi y sostienen que han sido desplazados del Gobierno con malas artes, y exigen elecciones generales para el próximo mes de junio. Si el Gobierno de Dini no logra que se apruebe su plan de austeridad, deberá dimitir y las elecciones serán inevitables.

En un clima de precampaña electoral, los líderes del centro derecha afirman que ellos no se comprometerán con la subida de impuestos y que resuelva el problema el centro izquierda, que provocó la crisis del Gobierno. Refundación Comunista es contraria al plan fiscal de Dini. El PDI indica que sólo lo apoyará si lo hace el centro derecha.

La suerte final del plan de Dini no se conocerá hasta dentro de algunas semanas. Mientras tanto, es previsible que siga la tormenta sobre la lira.

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