Primera orden de prisión para un separado por no pagar la pensión vitalicia a su ex mujer

José Ranz Molinero, alcalde de la localidad de Olmeda de Jadraque (Guadalajara), ha recibido orden de ingresar en prisión el próximo día 15 de febrero para cumplir dos meses de cárcel, pena a la que fue condenado por impago de la pensión vitalicia de su ex mujer, según informó ayer la Asociación de Padres de Familia Separados (APFS).Para esta asociación, es la primera vez que se encarcela en España a un padre separado por no pagar la pensión vitalicia, ya que en los dos encarcelamientos de separados producidos anteriormente, en Zaragoza y Madrid, se había constatado impago de pensiones aliment...

José Ranz Molinero, alcalde de la localidad de Olmeda de Jadraque (Guadalajara), ha recibido orden de ingresar en prisión el próximo día 15 de febrero para cumplir dos meses de cárcel, pena a la que fue condenado por impago de la pensión vitalicia de su ex mujer, según informó ayer la Asociación de Padres de Familia Separados (APFS).Para esta asociación, es la primera vez que se encarcela en España a un padre separado por no pagar la pensión vitalicia, ya que en los dos encarcelamientos de separados producidos anteriormente, en Zaragoza y Madrid, se había constatado impago de pensiones alimenticias de los hijos que vivían con sus madres.En el caso del alcalde de Olmeda de Jadraque, la pensión vitalicia ascendía a 20.000 pesetas mensuales, a las cuales cada año debía añadirse la subida correspondiente del IPC.

Según el secretario de la APFS, Manuel Ramírez, José Ranz pagó lo adeudado -548.000 pesetas- minutos antes de comenzar el juicio, tras de lo cual su ex mujer retiró todos los cargos. La fiscal, que actuó de oficio, siguió adelante con la vista, y la juez decretó finalmente la condena de Ranz.

"Esta decisión demuestra una vez más que las mujeres de la judicatura están siendo en España bastante sexistas y feministas al juzgar al padre separado", manifestó ayer Ramírez. Para el secretario de la APFS, las pensiones compensatorias y vitalicias deben desaparecer, ya que "son una vergüenza tanto para el que las da y para el que las recibe".