La oferta del líder de la oposición cae en saco roto

José María Aznar se quedó ayer solo. Desde los nacionalistas vascos hasta Izquierda Unida, pasando por CiU y ERC, se niegan a respaldar una moción de censura del Partido Popular. El PP creyó que el ofrecimiento de elecciones generales inmediatas, si accediera a la presidencia del Gobierno, facilitaría el apoyo a su propuesta, pero surtió el efecto contrario. Ningún partido le secundó.El portavoz del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, asumió ayer el papel institucional de aparentar sosiego y voluntad de gobernar. El ministro de la Presidencia, en actitud defensiva, se desenvolvió en la rueda de...

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José María Aznar se quedó ayer solo. Desde los nacionalistas vascos hasta Izquierda Unida, pasando por CiU y ERC, se niegan a respaldar una moción de censura del Partido Popular. El PP creyó que el ofrecimiento de elecciones generales inmediatas, si accediera a la presidencia del Gobierno, facilitaría el apoyo a su propuesta, pero surtió el efecto contrario. Ningún partido le secundó.El portavoz del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, asumió ayer el papel institucional de aparentar sosiego y voluntad de gobernar. El ministro de la Presidencia, en actitud defensiva, se desenvolvió en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros como si se tratara de una grave tormenta, pero al fin y al cabo una tormenta que terminará por escampar. El Gobierno va a seguir gobernando "con pulso decidido y firme".

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El ministro afirmó que "no comenta editoriales", en referencia al publicado ayer por EL PAÍS, pero a continuación negó que: el PSOE se encuentre en un "final de etapa" como señalaba el comentario de este diario. Pérez Rubalcaba aludió además a los rumores que circularon ayer en los mercados financieros sobre la posible dimisión de González para criticarlos por "grotescos y groseramente infundados".

Pero relevantes socialistas que ocupan altos cargos empiezan a reconocer en privado que quizá no haya otra salida, por dolorosa que sea, que la sustitución de González al frente del Gobierno por otro socialista. Esta hipótesis fue apuntada: ayer públicamente por el presidente de Extremadura, Juan. Carlos Rodríguez Ibarra.

El nuevo portavoz de CiU en el Congreso, Joaquim Molins, aseguró que si hay algo cierto en medio del clima de incertidumbre es el apoyo de Jordi Pujol a González. CiU es partidaria de convocar el debate sobre el estado de la nación en febrero, en cuanto se reanude la actividad parlamentaria, algo menos dramático que una cuestión de confianza.

Para los nacionalistas catalanes, la oferta de Aznar de presentar una moción de censura a condición de contar con el respaldo del resto de la: oposición entraña una actitud "tramposa". Pérez Rubalcaba le reprochó que "tergiverse conscientemente" el propósito y la mecánica de la moción de censura, e Iñaki Anasagasti (PNV), ironizó acerca de que "el PP no se atreve a presentar una moción de censura. Julio Anguita no cree viable el apoyo de IU a una moción de censura del PP.

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El alcalde de Barcelona, el socialista Pasqual Maragall, pidió al Gobierno que tome alguna decisión clara y contundente para desbloquear la crisis y que lo haga además lo más rápidamente posible, informa Lluís Uría. Tanto si es para continuar como si no. Maragall, alcalde de la principal ciudad española en manos de los socialistas, cree que España está "en un momento muy serio, muy trascendental, en el que se deben tomar decisiones importantes. Tiene que haber cambios, aunque sea para continuar".

Maragall reclamó a todos que "asuman sus responsabilidades", empezando por el propio Gobierno. Pero, sobre todo, las fuerzas que le brindan apoyo parlamentario, especialmente CiU: "Los aliados del Gobierno deben serlo hasta el final, ya no vale decir 'para esto sí, para esto no; ahora se ha de estar a todas o no estar".

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