LOS JUECES INVESTIGAN A INTERIOR

Planchuelo planeó chantajear a franceses, según los ex policías

Uno de los comisarlos de policía inculpados por el juez Baltasar Garzón propuso en 1983 someter a chantaje a algunos empresarios franceses y exigirles el impuesto revolucionario, según consta en la declaración de los ex policías José Amedo y Michel Domínguez ante el juez Baltasar Garzón.

La finalidad de la operación sería conseguir fondos para la recluta de mercenarios y, al mismo tiempo, ocultar la financiación de los GAL con fondos procedentes del Ministerio del Interior, aunque finalmente la idea se desechó.

Según la declaración de Amedo ante el juez, en diciembre de 1983,...

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Uno de los comisarlos de policía inculpados por el juez Baltasar Garzón propuso en 1983 someter a chantaje a algunos empresarios franceses y exigirles el impuesto revolucionario, según consta en la declaración de los ex policías José Amedo y Michel Domínguez ante el juez Baltasar Garzón.

La finalidad de la operación sería conseguir fondos para la recluta de mercenarios y, al mismo tiempo, ocultar la financiación de los GAL con fondos procedentes del Ministerio del Interior, aunque finalmente la idea se desechó.

Según la declaración de Amedo ante el juez, en diciembre de 1983, después del secuestro de Segundo Marey, se celebró una reunión en el despacho del jefe superior de policía, Francisco Álvarez Sánchez. Asistían el gobernador civil, Julián Sancristóbal, y el jefe de la brigada de información de Bilbao, Miguel Planchuelo.

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Tanto Sancristóbal como Planchuelo hablaron de cobrar el llamado impuesto revolucionario en Francia. El dinero conseguido de la extorsión se recogería a través de Andorra, aunque después se desistió de llevar a la práctica la idea por las dificultades que presentaba su ejecución.

También Michel Domínguez declara que en diciembre de 1993 Planchuelo le dijo que tenía intención de cobrar el impuesto revolucionario a empresarios franceses. Según Planchuelo, este chantaje se relacionaría con la financiación de los GAL, de forma que no pareciera que se estaban empleando fondos del Ministerio del Interior.

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Material francés

Planchuelo ordenó a Domínguez, siempre según la declaración de éste, que se desplazara hasta Francia para obtener una guía de teléfonos, papel y sellos franceses, orden que Domínguez cumplió. El mismo ex policía asegura que se apropió de la guía en una cabina de teléfonos pública y compró el resto del material.Al final se desistió de cobrar el impuesto revolucionario, según el testimonio de Domínguez, por las dificultades que podía presentar el cobro. La guía se la había encargado Planchuelo para conseguir domicilios de empresarios franceses.

Por otra parte, Domínguez asegura haber realizado entre

1984 y 1986, también por orden de Planchuelo, varias operaciones de cambio de moneda francesa en pesetas.

Las operaciones de cambio las realizaba el ex policía en una sucursal bancaria próxima al Corte Inglés, en la Gran Vía de Bilbao, con el nombre falso de Jaime Gómez Ugarte. A preguntas del juez sobre el destino de ese dinero, Dominguez declara que no lo puede precisar porque lo desconoce.

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