Una fundación ligada al PSOE y UGT cierra por mala gestión

Asociaciones vecinales asumen la obra de la Fundación Solidaridad Democrática

La Fundación Solidaridad Democrática, ligada al PSOE y UGT, tiene los días contados. Ayer mismo se llegaba a un acuerdo de rescisión de contrato con un puñado de trabajadoras. La institución, nacida en 1981, ha recibido en cuatro años 316 millones de pesetas de subvención oficial con cargo al 0,5% del IRPF y ayudas de varias autonomías, pero las cuentas no salen porque, como reconoce el apoderado, "ha habido, mala gestión". La Confederación de Asociaciones de Vecinos continuará la labor de esta entidad, dedicada a las casas-refugio de mujeres maltratadas, y se hará cargo de su deuda.

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La Fundación Solidaridad Democrática, ligada al PSOE y UGT, tiene los días contados. Ayer mismo se llegaba a un acuerdo de rescisión de contrato con un puñado de trabajadoras. La institución, nacida en 1981, ha recibido en cuatro años 316 millones de pesetas de subvención oficial con cargo al 0,5% del IRPF y ayudas de varias autonomías, pero las cuentas no salen porque, como reconoce el apoderado, "ha habido, mala gestión". La Confederación de Asociaciones de Vecinos continuará la labor de esta entidad, dedicada a las casas-refugio de mujeres maltratadas, y se hará cargo de su deuda.

Las trabajadoras llevan meses denunciado irregularidades en la gestión, así como la "desaparición" de los cargos directivos y de las nóminas -llevan sin cobrar sus salarios desde el mes de abril de este año-. Mientras, los responsables de la fundación, tras la que estuvo fundamentalmente la dirigente socialista ya desaparecida Carmen García Bloise, han llegado a un acuerdo con la Confederación de Asociaciones de Vecinos de España (CAVE) para que se responsabilice de los programas sociales y de las trabajadoras de la fundación.Fernando Martos, presidente de la CAVE, anuncia que en enero se va a contratar a las ocho trabajadoras de la casa refugio de Madrid y progresivamente a las de los centros de Granada, Sevilla y Almería". Martos opina que las personas que han gestionado estos servicios durante años "han sido auténticas irresponsables".

A la fundación sólo le falta liquidar las deudas pendientes, -que ascienden a más de 260 millones de pesetas, según el comité de empresa-, para que se haga realidad el cierre. "No hay constancia de que una sola peseta de la fundación se haya destinado a otros fines", asegura Ayllón.

Miembros del PSOE crearon la Fundación en 1981 con el propósito de dar acogida a mujeres maltratadas, presos y antiguos republicanos. La institución tiene casas refugio y tuteladas en seis ciudades españolas en las que han trabajado 79 personas. Desde el pasado verano, la fundación ha ido dando de baja a grupos de trabajadores.

La fundación ha recibido, aparte de las subvención de Asuntos sociales, más de 30 millones anuales en ayudas de la Comunidad de Madrid y otro tanto de otras comunidades, como la de Andalucía.

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