La prueba de fuego del ajuste

Pedro Solbes va a tener que llevar al Consejo de Ministros antes de lo que pensaba un nuevo paquete de ajuste presupuestario como consecuencia de la desviación de la inflación. Efectivamente, el Gobierno se ha comprometido a "dedicar todo exceso de ingresos a reducir el déficit público y compensar todo exceso de gasto en un capítulo con una reducción equivalente en otra parte de los presupuestos". La mayor inflación obliga a un gasto mayor en materia de pensiones que debe ser compensado con una reducción en otras partidas.

El Gobierno no perdió tiempo en explicar ayer que la desviac...

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Pedro Solbes va a tener que llevar al Consejo de Ministros antes de lo que pensaba un nuevo paquete de ajuste presupuestario como consecuencia de la desviación de la inflación. Efectivamente, el Gobierno se ha comprometido a "dedicar todo exceso de ingresos a reducir el déficit público y compensar todo exceso de gasto en un capítulo con una reducción equivalente en otra parte de los presupuestos". La mayor inflación obliga a un gasto mayor en materia de pensiones que debe ser compensado con una reducción en otras partidas.

El Gobierno no perdió tiempo en explicar ayer que la desviación del 4,4% sobre el 3,5% de inflación a finales de noviembre supone 96.400 millones de pesetas más en pensiones que serán puntualmente pagados. De esta cantidad 47.296 millones de pesetas corresponden a los atrasos de 1994 que todos los pensionistas cobraran en enero y el resto al efecto de subir la base sobre la que aplicar el 3,5% de subida para 1995.

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El problema no es el coste global sino la diferencia entre el nuevo coste, los 96.000 millones, y lo que Economía había reflejado en el proyecto de presupuestos. Es la que deberá sacarse de otras partidas para cumplir el compromiso del Gobierno de no incrementar los gastos.

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